El gran padre Dante mandó a su infierno a los falsificadores. Los condenó a ir corriendo frenéticamente por el foso, mordiendo a todos los que se encontraban. Entre esos falsificadores aparece en La Divina Comedia un tal Gianni Schicchi -Gianni Schicchi, el loco ha sido: / que a los demás, rabioso, va atacando-, personaje histórico que cometió realmente el delito por el cual Dante lo inmortalizó. Su delito consistió en suplantar a Buoso Donati para robar su herencia.
Algunos siglos después el no menos grande Giacomo Puccini compuso una ópera sobre este mismo personaje, que tituló así precisamente, Gianni Schicchi. Esta ópera consta solamente de un acto y se representaba junto a otras dos –también de un solo acto- Il tabarro y Suor Angelica, formando entre las tres lo que se conoce como Il Tricctico.
El libreto de G. Forzano es una joya: la acción transcurre en el dormitorio de una mansión de Florencia una mañana de otoño del año 1299. El acaudalado Buoso Donati acaba de fallecer y los parientes descubren con estupor que ha testado en favor de unos frailes dejándoles a todos ellos desheredados y llorando desconsoladamente: ¡Quién hubiera dicho jamás, que cuando Buoso fuese al cementerio, le habríamos de llorar de veras!
Incapaces de encontrar una solución que les permita hacerse con el botín recurren a Gianni Schicchi, un abogado fullero con fama de imitador ingenioso y experto en este tipo de asuntos: ¡Es listo! ¡Muy astuto! No hay malicia de leyes y códigos que no conozca bien.
La estafa está urdida, ocultan al muerto en un armario y Gianni Schicchi suplanta al falso moribundo Donati. Avisan a un notario y el propio Gianni Schicchi rehace el testamento dictándolo desde el supuesto lecho de muerte.
El impostor comienza a redactar el testamento y para sorpresa de todos se va adjudicando él mismo todos los bienes: Dejo la mula, esa que vale trescientos florines y que es la mejor mula de toda la Toscana, a mi devoto amigo…¡Gianni Schicchi! Quedando así burlados y desheredados los intrigantes parientes.
En esta ópera, hay un aria -o mio babbino caro- que es una pequeña isla dentro de ella. Es una melodía bellísima que casi todos conocemos. Cada vez que la oigo me acuerdo de la magnífica película de James Ivory, Una habitación con vistas…pero esa es otra historia.
Thornton, cuando te he leído me he erizado.
ResponderEliminar¡Cómo amas la ópera! ¡Cómo sabes transmitir con pasión su belleza, argumental y musical! ¡Que excelente ramillete de palabras has escrito!
Un abrazo, Manri.
Después de leerte y desear escuchar esta ópera, me he quedado con las ganas, el vídeo no se abre, al menos para mí.
ResponderEliminarDe cualquier manera, aprovecho para mandarte un afectuoso saludo.
¡Qué maravilla!
ResponderEliminarNos sorprendes con tus buenos gustos y me haces sentir que el gusto es mío por pertenecer a este magnifico Club. Gracias, muchas gracias por compartir tus secretos a viva voz...
Besicos.
Qué sabio fue Dante al mandar al infierno a los estafadores.
ResponderEliminarTambién Puccini refleja lucidez en esa ópera. Los burladores, burlados, jajaja.
Sublime la música y muy evocadoras las imágenes. Me refiero a esa vista sobre Florencia, claro, no adelantemos malos pensamientos, o buenos, ¿por qué no?
Un beso, Presi "bambino" (me gusta cuando te emocionas con tus querencias).
Cada vez que te pones a hablar de ópera disfruto como un marrano en el charco (desafortunada metáfora, pero es que hay poquísimos blogs de ópera, y suelen ser pesados, repetitivos y un conjunto de arias sacadas de youtube, pero sin carnaza).
ResponderEliminarPuccini no es mi compositor, que sabes que tiro más hacia las calas belcantistas clásicas. Pero tiene una serie de arias impagables, no solamente las típicas de sus emblemáticos y tiernos personajes femeninos, sino también para tenor.
Y de todas sus óperas las que menos me gustan son Madame Butterfly, que es demasiado verista, y el tríptico justamente. También es muy verista Tosca o Turandot pero me parecen más míticas, por decirlo de otra manera.
Suor Angelica no me gustó nada, Il tabarro menos, la que más desde luego Gianni, quizá porque su humorismo supone una especie de distanciamiento, quizá por el aria y el personaje de Lauretta, quizá porque pareció que me trasladaba a mi querida Florencia.
Me gusta también el Avete torto cantada por Flórez. Un abrazo y gracias.
¿Es Victoria de los Ángeles? Creo que sí, además la foto lateral y esa carátula del vídeo me dan una pista.
ResponderEliminarVictoria de los Ángeles fue muy maltratada en su ciudad, que es la mía, mucho. ¿Sabes que, siguiendo la costumbre de llamar a las cantantes por el apellido, la Callas, la Freni, a ella la llamaban la López, para burlarse? En fin, no era de los suyos, de la burguesía catalana, y eso se lo hicieron pagar. Era la hija del portero de la Universidad y vivía arriba, en una vivienda en la azotea. A veces, en mis tiempos de estudiante, cuando tenía clase en un aula de arriba, miraba el patio y la vivienda y me acordaba de ella, y la imaginaba cantando.
La conocía.... pero desconocía todo lo demás.
ResponderEliminarGracias, gracias, gracias.
No la conocía. Muchas gracias
ResponderEliminarCuánto arte inspira el arte...
ResponderEliminarTengo que volver a escucharla, mi madre era una entusiasta de la música y tatareaba a menudo trozos de zarzuewla y opera, nos decía el titulo y el autor...
ResponderEliminar¡Qué pena de no tener más tiempo!
Un abrazo y gracias por este recuerdo.
Eres un Profe estupendo, da gusto aprender contigo.
ResponderEliminarY puesto a montar un vídeo te queda de lo mejor, aquí sí que siento envidia!!!
¡Ay, Profe, eres un verdadero tesoro!
Muchos besos
Saludos jefe. Buen viaje!
ResponderEliminarHe aprendido muchísimo con esta entrada y con los comentarios de Ramon.
ResponderEliminarLiteratura, música, historia, intrigas de abogados sin escrúpulos, todo hilvanado con tu gusto exquisito y buena pluma.
Recupero ahora mismo "Il Tricctico" que lo tenía un poco olvidado.
Un abrazo para todos.
Me mataste con esta, maestro. La verdad es que no soy amante de la ópera, pero Puccini, Mascagni, Leoncavallo y Alban Berg... ¡Ay! :D
ResponderEliminarCreo que no soy cantante de ópera porque no tengo el tipo de voz para los protagónicos que escribió Don Giacomo, y los veristas en general, que era la ópera que me gustaba (el único que podría cantar sería el Rodolfo de "La Boheme", y además terminé rindiéndome a mi primer amor, que son las canciones). Pero igual me di mi gustito: cuando estudiaba canto lírico, mi maestra tenía una companía vocacional, y justamente hablando de "Il Trittico", montaron "Il Tabarro", y me dieron el papel de Il Tinca, que da el pie para el maravilloso "Hai ben raggione..." de Luigi. Al final lo estrenaron unos años después de que me fuera (estoy hablando de principios de los 90s), pero me tocó cantar en un ensayo completo de sentado para Matteo Manuguerra, que era amigo de mi maestra. :D Y otro gustito que me di es cantar el Beppe de "I Pagliacci". Ése sí lo estrenamos. :D
Abrazo grande, Thornton. Y gracias por los recuerdos. :D
!! BRILLANTE !! Thornton. No he encontrado otro calificativo mejor para esta extraordinaria entrada. Esa “armonización” de gran literatura, buena opera y sensible montaje cinematográfico, te sitúa entre lo que se llama “un hombres del Renacimiento”. No es adulación si se comprende en su justo término este calificativo. Ahora entiendo como al pasar junto a los edificios del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma percibo en algunos políticos autóctonos que por allí merodean, como salivan al mirarme….. no será quizá qué…
ResponderEliminarEsa ventana con la esplendida cúpula del Duomo al fondo me ha traído hermosísimos recuerdos … Perdona Thornton, no me guasta la nostalgia , pero……No oíamos “ mientras” sucedió aquello, un aria tan bella y emotiva como “o mio babbino caro”, todavía no la conocíamos, pero tampoco la eche de menos.. Bueno, voy a ver otra vez tu video y a escuchar el aria para seguir recuperando aquel tiempo…..Estoy ansioso por ver la segunda parte …! si es que no me dan un mordisco antes !
Un abrazo
Antonio, sé que también sientes esa pasión por la música clásica, por la literatura y, no digamos, por el cine. Somos unos viciosos con todo el tiempo del mundo para disfrutar de nuestras debilidades. Que siga el festín.
ResponderEliminarUn abrazo y buen viaje.
Mercedes, por si quieres verlo en Youtube: http://youtu.be/uXiwIz4x0G8
ResponderEliminarUn saludo.
Cabopá, hace ya tiempo os prometí compartir mi colección de perlas. Cumplo mi palabra.
ResponderEliminarBesicos.
Isabel, para mí fue una sorpresa encontrarme en una relectura de la D.C. -cuando ya conocía la ópera- al estafador Schicchi dando mordiscos a diestro y siniestro. El por qué Dante mandó al infierno a este sujeto también tiene su historia.
ResponderEliminarBesos.
Ramón, gracias, eres muy generoso.
ResponderEliminarPara mí, Puccini, sí es uno de los grandes, junto a Mozart, Wagner, Verdi y R.Strauss. Como sabes que me gusta presumir de coleccionar versiones, aprovecho para decirte que tengo ya 21 de La Bohème.
Imagino que sabes que G.Schicchi, además de escucharla, hay que verla y con libreto en la mano. Gana muchísimo.
Tu oído no te ha traicionado, efectivamente es Victoria de los Ángeles, la versión de referencia del Tríptico, con un Tito Gobbi espléndido. EMI. 1956-1958.
A V. de los A. han pretendido colocarla en un segundo plano con respecto a la Caballé pero no lo han conseguido. Nos ha dejado unas versiones de referencia que otras las quisieran: La Mimí de Beecham con Jussi Bjoerling o la Cio con G. di Stefano son dos ejemplos.
Ramón, siempre digo que la música nos proporciona un segundo placer además del de escucharla: hablar de ella. Contigo disfruto los dos.
Un abrazo.
Mamen, esa era mi intención. Imaginaba que muchos conoceríais el aria pero sin más detalles. Ya sabes, si quisieras oír la ópera completa: hay que verla también y con el libreto en la mano.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mobesse, pues a disfrutarla, viéndola y con libreto en la mano.
ResponderEliminarUn abrazo.
MªJesús, literatura, música, cine...
ResponderEliminarUn abrazo.
Rosario, me alegro por despertarte esos recuerdos. Para oír música saca tiempo de donde sea. Aun quítándoselo a tus alumnos.
ResponderEliminarUn abrazo
Virgi, lo que sé hacer yo lo sabe hacer cualquiera. De todas maneras te recomendaré a Is@Hz, mi profesora de ondas hertzianas.
ResponderEliminarUn beso.
Mariano, ya hemos vuelto...¡sanos y salvos!
ResponderEliminarUn abrazo.
Jose Lorente, de música tenemos muy poco que enseñarte, al menos yo. Además, tú eres parte de ella no mero espectador.
ResponderEliminarUn abrazo.
Risk, pero bueno, eres la bomba. Yo solo soy un aficionado que a lo más alto que he llegado es a servir de atril en el coro de mi instituto. Mientras tanto tú cantando ante el gran Manuguerra. Eres grande, Risk, muy grande.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nicolás, al final me lo creeré y me convertiré en un pedante insoportable.
ResponderEliminarLa verdad, Carlos, es que esa secuencia de "La habitación con vistas" es magnífica. La cúpula del Duomo al fondo, "O mio babbino caro" sonando y dos enamorados que parecen dos palomas picoteándose. Esta noche me la echo al cuerpo, la película, claro.
Un abrazo.
¡Hola!
ResponderEliminar¿Hay alguien por ahí?
Estoy haciendo un llamamiento para asistir el próximo 9 de noviembre al Museo Ramón Gaya, estará nuestra amiga Rosa Cáceres presentado su última novela Isla Cueva Lobos. Yo iré, os animáis...
Besicos.