Soy consciente que con tanto abrir y cerrar el chiringuito se corre el riesgo de que la clientela se haya acomodado en otros baretos y le cueste volver por aquí. Es un riesgo que corro pero a cambio he podido entretenerme con asuntos que solo un desconectado sobrado de tiempo puede abordar.
En estos meses mi biblioteca virgen ya ha conocido varón. He leído simultáneamente La Ilíada y La Odisea -¡Homérico!-. He escuchado los 21 CD con los lieder de Schubert, esa joya de Dieskau y Gerald Moore y tan brillantemente inferidos al castellano por mi amigo Fernando Pérez Cárceles. He averiguado que Agustina de Aragón era de Málaga y que Manolete mató 1008 toros.
Gracias a mi hermano Miguel me he dado un atracón de películas del genial director y escritor madrileño Edgar Neville: El Baile, La Torre de los siete jorobados, El crimen de la calle Bordadores, la vida en un hilo, El último caballo, Nada, Domingo de carnaval, La ironía del dinero, El Marqués de Salamanca, Correo de indias…en fin, a otros les da por hacer pilates o buscar tesoros en el fondo del mar. Ya lo dijo el torero: hay gente pa to.
Sin más rodeos: queda abierto de nuevo el Thornton Club. Invita la casa.
¿Hay alguien ahí?
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