miércoles, 2 de noviembre de 2011

DON JUAN


Tú que tienes la boca más dulce que la miel,
tú que el azúcar llevas en el corazón,
no seas, vida mía, cruel conmigo.


DON GIOVANNI (Canzonetta)



Todos los años por estas fechas acudo al Teatro Romea a disfrutar del Don Juan de Julio Navarro y escucho Don Giovanni y Don Juan. Mozart y Richard Strauss en sesión continua.  Strauss sentía una admiración reverencial hacia Mozart, así que imagino su felicidad al actuar de telonero en la misma velada que el genio de Salzburgo. Su poema sinfónico precediendo a la ópera de las óperas.




Ya saben -porque ya lo escribí- de mi afición a respetar las tradiciones musicales. Por Reyes, el Mesías; en Semana Santa, las Pasiones de Bach; en Viernes Santo, Parsifal; en agosto, la tetralogía; en diciembre, el Oratorio de Navidad... 

 
Este año la versión que ha sonado en mi  Ständetheater de La Alberca ha sido la dirigida por Fritz Busch en 1936. Con un don Giovanni que me ha dejado como a Donna Anna, Donna Elvira y Zerlina, seducido: John Brownlee



El año pasado me reprimí. Hice caso a Mary Kate y no dije el número de versiones que tenía de esta ópera. Sí, sí, dije que tenía muchas pero no dije cuántas. Me dice Mary Kate que soy un fantasma presumido. Lo admito, algo tengo de fantasma y mucho de presumido. Pero si un coleccionista no presume de su colección ¿para qué quiere amontonar objetos? Así que ahí va: tengo, poseo, disfruto, amaso, cuento y recuento, y a veces hasta oigo, 21 versiones de la ópera de las óperas. Dicho queda. 

Seleccionar el poema sinfónico me ha resultado más fácil, solo tengo cuatro versiones, de momento,  y el elegido en esta ocasión ha sido Rudlof Kempe. 

Aquí les dejo una perla para que la disfruten.








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