jueves, 18 de marzo de 2010

TENORES

LA MÚSICA además de proporcionarnos el placer de escucharla nos hace otro regalo: hablar de ella. Recuerdo una velada musical en mi casa, en La Alberca. Allí estábamos el grupo de amigos de "Doble A" -nuestra cueva discográfica-: Eduardo Melendreras, Ángel Paniagua, Antonio L.Alascio, Bernardo y Rafa Pérez. Al hablar de tenores recordamos al crítico Harold C. Schomberg que decía que los tenores siempre han sido considerados como gente excéntrica y consentida -cabeza de tenor-. Citaba a Luigi Ravelli, gran tenor de 1881, que fue contratado para el estreno de una nueva ópera. Al enterarse de que en ella el tenor moría asesinado por el barítono se negó a actuar. Finalmente accedió a cantar, pero sólo con la condición de que recibiría un funeral con gran pompa en el escenario.

Ya pueden estos afortunados pecar de caprichosos y de soberbios. Ningún instrumento alcanza la belleza de la voz y entre todas las voces la de tenor es la más bella. Victoria de los Ángeles decía que la voz más apropiada para un hombre era la de barítono, pero que cuando escuchaba al tenor Jussi Björling cantar La Boheme, lloraba de emoción.

Mis caprichosos y déspotas favoritos son: Enrico Caruso. Tito Schipa, Beniamino Gigli, Lauritz Melchior, Wolfgang Windgassen, Jon Vickers, Georges Thill, Jussi Björling, Fritz Wunderling, Franco Corelli, Giuseppe Di Stefano, Alfredo Kraus, Luciano Pavarotti y Plácido Domingo.

Y el ganador es... ¡JUSSI BJÖRLING!