martes, 26 de noviembre de 2013

ALFREDO

HASTA HACE UNOS DÍAS, mi relación con el expresidente Aznar no era especialmente buena. Nada serio, pero no nos llevábamos bien. Hablo en pasado porque un detalle aparentemente menor ha obrado el milagro y nos ha acercado hasta abrazarnos: Me he enterado que su nombre no es José María a secas, que también se llama Alfredo: José María Alfredo Aznar López.

Como digo, el detalle es menor solo en apariencia, pues todo el que se llame Alfredo cuenta ya de entrada con todas mis simpatías.  Alfredo es como me hubiese gustado llamarme a mí y Alfredo es el nombre de no pocos de mis héroes: Alfredo Di Stefáno, Alfredo Krauss, Alfredo Bryce Echenique, Alfredo Hitchcock… y por si fuera poco, Alfredo es el nombre de mi médico favorito,  Alfredo Molina.

En adelante absténganse mis amigos de gastarme bromitas a costa de don Alfredo Aznar. Y de paso, eviten también la guasa con el dichoso inglés de su señora, que sé que le molesta.