viernes, 5 de julio de 2013

DESDE LA MANGA (I)



ESTOY DÁNDOME un atracón sinfónico de padre y muy señor mío. Empecé con dos integrales de Beethoven de Karajan -la del 63 para DG, magnífica- y con dos grabaciones legendarias que les recomiendo  -dejen lo que estén haciendo y pónganse a escucharlas-, la novena de Furtwängler, festival de Lucerna de 1954, Furt 1003 y la quinta de Carlos Kleiver de 1975, DG.

He seguido con Tchaikovsky, la integral de Abravanel y la cuarta, quinta y sexta de Mravinsky -si ustedes son de los que les gusta las delicatessen, escuchen esa sexta-. Ahora estoy liado con Brahms. Despachada la integral de Giulini para EMI estoy disfrutando la de Abbado para DG. Por cierto, no me resisto a contarles una anécdota sobre la película ¿Le gusta a usted Brahms? Truffaut, el famoso  directeur, tenía que hacer una crítica sobre esta película. Le pareció un bodrio y escribió la crítica más breve que se haya escrito jamás: ¿Le gusta a usted Brahms? Brahms, sí.

Me esperan Schubert, Schuman, Mozart, Haydn, Bruckner... y Mahler. El segundo movimiento de la segunda sinfonía de Mahler, Resurrección, es lo más. Mi amigo Enrique Egea Krauel cada vez que la escuchaba tenía una erección, al menos eso decía él.

En cuanto al otro vicio que compartimos, la lectura, les cuento que estoy leyendo a Javier Cercas, Las leyes de la frontera, llevo leídas cien páginas y me parece una novela menor. Yo mismo la podría haber escrito. No se me ocurre una crítica más feroz.