miércoles, 19 de septiembre de 2012

WHEN I’M SIXTY-FOUR


Nunca he tenido talento para los idiomas.
Desde que era un chaval chapurreaba las canciones de los Beatles, Elvis, Dean Martin, Bobby Darin o Paul Anka sin tener ni puñetera idea de lo que estaba diciendo. 

Me entero ahora -gracias a mi hermano Juan, que sí conoce el idioma de Bobby Charlton- que esa canción compuesta por Paul McArny con tan solo 16 años y que yo he cantado infinidad de veces, When I’m Sixty-four, traducida al castellano sería Cuando tenga 64 años, y no es otra cosa que la pregunta que un joven enamorado hace a su chica. Quiere saber si cuando él cumpla 64 años y ya no tenga pelo, ella le seguirá queriendo. Quiere saber si desea envejecer a su lado.

Ya sabéis mi afición por las digresiones. Eso de ir al grano no es lo mío, me gusta llegar a los sitios dando un paseo, dando un rodeo. Todo esto lo cuento porque el próximo sábado cumplo precisamente esa edad que le preocupaba a Paul. El 22 de septiembre cumplo años y ya habré alcanzado la respetable cifra de 64 primaveras.

Mi cuerpo, es cierto, cada vez se va poniendo más en ridículo, pero mi chica sigue a mi lado necesitándome para cosas tan importantes como conducir el coche, sacar la basura y preparar aperitivos. Tampoco me han abandonado mis buenos amigos…ni mi pelo, al que el tiempo airado ha cubierto con una copiosa nevada.
 

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