Una de las películas a las que sigo siendo fiel después de
tantos años es Double Indemnity, traducida al castellano como Perdición. El
director es Billy Wilder, el chico es Fred Mac Murray, la chica
es Barbara Stanwyck y el tercero en discordia es Edward G. Robinson, que está
sublime. La historia fue escrita por James M. Cain, el autor de El cartero
siempre llama dos veces y el guión lo escribieron Billy Wilder y Raymond
Chandler.
Esta película me atrapó por ser puro cine negro, por su fotografía expresionista, por su ritmo trepidante y por contar con unos actores predestinados a rodar esta película. Pero, sobre todo, lo que me deslumbra de ella son los diálogos. Diálogos rápidos, agudos, irónicos, como en las novelas de Chandler.
Mi secuencia favorita es la declaración de amistad más
auténtica que haya oído jamás. El diálogo no tiene desperdicio, no le sobra ni
una coma.
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