miércoles, 24 de febrero de 2010

HAMBRE

Les tocó vivir su infancia, su pobre infancia, en los años de posguerra. El hambre siempre les acompañaba a su hermano y a él. Pasaban las mañanas tirados en la calle esperando que alguien pelara una naranja y tirara la corteza. Tenían que cogerla antes que callera al suelo para evitar que se manchara puesto que sería lo único que comerían ese día.





Esperaban el domingo con ansiedad pues su madre, viuda, servía en casa del cacique del pueblo y para los señores e invitados cocinaba una paella. Con un poco de suerte con las sobras podrían comer ese día. Su madre, a escondidas, les daba un bocadillo con ese arroz sobrante. Había de pasar el tiempo para que Antonio le pusiera nombre a lo que su madre sentía en esos momentos: humillación.


Por la noche al ir a dormir los dos hermanos se untaban la nariz con una barra de chocolate que guardaban celosamente. Inmediatamente la volvían a guardar y se acostaban.La liturgia de untarse la nariz les ayudaba a dormir. El olor del chocolate engañaba a sus estómagos.

Ahora, pasados los años, tras una partida de golf, se dispone a comer en el restaurante. Cuando pida el postre sus amigos ya sabemos lo que pedirá.

lunes, 22 de febrero de 2010

PREPRIMAVERA



¡ Díganle a la repostera
que ha tanto tiempo no he visto,
que me tenga un beso listo
al entrar la primavera!
J.Martí

Decía Juan Ramón Jiménez que la primavera tenía dos momentos: el brote primero violeta y luego el brote verde. Nos disponemos a colorear nuestros campos de violeta.

En regiones mediterráneas disfrutamos de una primavera temprana, una especie de preprimavera. Vemos acercarse la primavera poco a poco. Esa estación tan prestigiada para el amor no nos pilla de sorpresa. Nuestra luz ya nos avisa, nuestras primeras flores, las tardes que se alargan.

Desde hace unos años, en estos días florece por aquí una planta silvestre que no consigo averiguar su nombre, ni siquiera el vulgar. La huerta aparece adornada con estas flores, pregunto y pregunto y nadie sabe decirme. Ni siquiera los lugareños le han dado nombre. Es ésta que veis en las fotografías.
Por casualidad alguno de vosotros...