YA SABEN que en determinadas fechas es costumbre oír determinadas composiciones musicales. La Tetralogía en agosto; Don Giovanni en noviembre; por Navidad oiremos El Mesías, el Oratorio de Navidad y Hansel y Gretel ...
Ahora toca escuchar las Pasiones de Bach y Parsifal. Este año le toca el turno a La Pasión según San Mateo de Klemperer; La Pasión según San Juan de Jochum y el Parsifal de Solti.
Una tarde de Viernes Santo apareció en mi casa de La Alberca una señora -que resultó ser alemana- en busca de unos vecinos. En cuanto se abrió la puerta y oyó lo que salía por los altavoces, la dama quedó paralizada y solo acertó a exclamar: ¡Parsifal! Quién le iba a decir a aquella teutona que iba a cumplir el rito de escuchar ese día el Festival Escénico Sacro... ¡en La Alberca!
En las fiestas de primavera rescato de sus lejas a Elgar. Me trae unos recuerdos muy gratos. Paseando con mi amigo Eduardo Melendreras por la Plaza de la Cruz y la Plaza de Belluga, oliendo a azahar y escuchando a las orquestas de jóvenes desparramadas por el centro de la ciudad: Nimrod; Sospiri; el larghetto de la Serenata en mi menor; el adagio-moderato del Concierto para chelo; el andante de la Sinfonía nº 1; Angel’s Farewell de El Sueño de Gerontius...
La perla que les traigo hoy es una pieza que compuso Elgar para pequeña orquesta, Chanson de matin Op.15 Nº.2. Sir Adrian Boult. EMI 1968. Esta canción de la mañana la he acompañado con imágenes del jardín del Thornton Club en primavera. Espero que les guste.
Ahora toca escuchar las Pasiones de Bach y Parsifal. Este año le toca el turno a La Pasión según San Mateo de Klemperer; La Pasión según San Juan de Jochum y el Parsifal de Solti.
Una tarde de Viernes Santo apareció en mi casa de La Alberca una señora -que resultó ser alemana- en busca de unos vecinos. En cuanto se abrió la puerta y oyó lo que salía por los altavoces, la dama quedó paralizada y solo acertó a exclamar: ¡Parsifal! Quién le iba a decir a aquella teutona que iba a cumplir el rito de escuchar ese día el Festival Escénico Sacro... ¡en La Alberca!
En las fiestas de primavera rescato de sus lejas a Elgar. Me trae unos recuerdos muy gratos. Paseando con mi amigo Eduardo Melendreras por la Plaza de la Cruz y la Plaza de Belluga, oliendo a azahar y escuchando a las orquestas de jóvenes desparramadas por el centro de la ciudad: Nimrod; Sospiri; el larghetto de la Serenata en mi menor; el adagio-moderato del Concierto para chelo; el andante de la Sinfonía nº 1; Angel’s Farewell de El Sueño de Gerontius...
La perla que les traigo hoy es una pieza que compuso Elgar para pequeña orquesta, Chanson de matin Op.15 Nº.2. Sir Adrian Boult. EMI 1968. Esta canción de la mañana la he acompañado con imágenes del jardín del Thornton Club en primavera. Espero que les guste.
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Me ha gustado mucho la primavera en tu Alberca, tienes un jardín muy cuidado, tuz nietos estarán encantados allí y jugarán tan contentos llenandote de alegría.
ResponderEliminar¡DISFRUTALOS!
Un abrazo desde mi Librillo.
¡Me encanta tu vergel!
ResponderEliminarConocí la Chanson de matin gracias ti y te lo agradezco de veras. Hoy parece que nos hemos puesto de acuerdo para hablar de la primavera. Tu con música y palabras, yo con mis foticos...
Siempre que recuerdo aquel día de comida en el porche,siento el regustillo de la amistad.
Buen vídeo de tus flores y plantas, esa música me traslada a cualquier sitio bello...(Un poco cursi estoy) Pero esto es lo que he sentido al venir aquí a tu Club.
Besicos, amigo.
Si no fuera porque lo conozco, afirmaría que el jardín del Edén no existe y que Elgar no lo compuso especialmente para este lugar.
ResponderEliminarUn abrazo maestro.
Un abrazo, profe. Pronto volveré por tus clases.
EliminarNada, que Blogger me dice que "módulo no encontrado" y no puedo escuchar tu regalo.
ResponderEliminarAl menos, me conformo y, como tú, escucho en casa precisamente "La pasión según San Mateo". De este hombre no salgo apenas; si no me lía con una obra lo hace con otra, ¡qué genio!
Hermosa luce la primavera alberqueña. Por aquí aspiramos aromas de azahar y las flores nos guiñan sus ojos de colores.
Besos.
Si el recuerdo de aquel lugar se ha quedado fijado en mi apartado de memoria que dice ASÍ DEBE SER EL PARAÍSO, unido a la música con la que acompañas tus flores mucho más.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte y a seguir disfrutando de cada momento con pasión.
Un beso Isa. Y a ver si repetimos aquel ratico. Lo guardo entre mis mejores recuerdos.
EliminarLa primera vez que oí una pieza de Elgar fue en Londres, preciosa, emocionante, un verano en un parque, se me quedó durante un tiempo, aunque ahora no recuerdo cuál era.
ResponderEliminarTus montajes, deliciosos.
Thornton, me agrada mucho poder leer tus referencias de excelente melómano. Música y vídeo, espléndidos.
ResponderEliminar¿Cómo no gustarme el romanticismo de Edward Elgar con la danza de las flores de tu jardín? Un relax para el alma. Precisamente estamos ensayando tres obras de Elgar." My love dwelt in a Northem land"."The shower"."Love". Formo parte de un coro http://www.corocarpediem.com/ y estrenamos estas tres piezas en el vigésimo aniversario de nuestro coro. Gracias por hacernos llegar esta maravilla. Saludos.
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