Por Julio, lo que haga falta
RAFAEL AZCONA
Uno de los placeres que me permito cada domingo es leer a Manuel Vicent en El País. Gracias a él descubrí hace unos años a Julio Alejandro.
Resultó ser todo un personaje: nacido en Huesca en 1906. Alumno de Ortega y Dámaso Alonso. Compañero de Luis Rosales. Marchó a México para estar seis meses y se quedó allí treinta y cinco años. Fue guionista de Luis Buñuel en títulos como Viridiana o Tristana. Escribió más de cien guiones y fue premiado con dos Arieles, los Goyas mexicanos. Fue, además, poeta; autor teatral; marino; aventurero -estuvo en cuatro guerras- y cocinero. Dicen de él sus amigos que tuvo una vida de cine.
En 1983 regresó a España, se instaló frente al mar de Jávea y tras 12 años mirándolo entonó su adiós a la vida.
Julio Alejandro se consideraba, ante todo, poeta: «Soy poeta; después, escritor de teatro; después, escritor de cine; después, escritor para televisión, y después, nada...».
Entre sus primeras obras figura un libro de versos, La voz apasionada. El prólogo era nada menos que de Antonio Machado. Se lo prologó con un poema: …Con el milagro de tu verso / he visto mi infancia marinera. / Que yo también de niño / ser quería pastor de olas / capitán de estrellas…
Tras tanto indagar sobre Julio Alejandro ya solo me faltaba leerlo, y me hice con cuatro de sus libros: La llama fría; La casa sin música; Días de otoño y, lo que para muchos es su obra maestra, Breviario de los chilindrones.
Este Breviario de los chilindrones es una joya. No espere nadie encontrarse, tan solo, con un libro de cocina. El vocabulario que emplea, los recuerdos y anécdotas que relata lo hacen único. Es de esos libros en donde las digresiones se convierten en el relato principal.
Entre plato y plato te regala una perla así de brillante: En el día de mi tránsito, por la abierta ventana, quisiera mirar unas ramas de árbol movidas por el viento, y más lejos, el mar.
O esta otra:
-Conocí a un hombre al que sus hijos aplaudían cada mañana.
***
N.B. Escribió con Buñuel "Abismos de pasión", la mejor (y más desaforada y más desgarrada y más desmedida) adaptación de "Cumbres borrascosas" que se haya rodado nunca. Verdadero "amour fou". (Daniel Domínguez)
Me gusta Julio Alejandro, Presi. Esas dos últimas citas no tienen desperdicio.
ResponderEliminarAdemás, por lo que cuentas, fue hombre polifacético y de vida movida. Todo augura disfrute con él. Lo apuntaré para cuando le toque el turno.
Te abrazo muy fuerte.
Estoy publicando y también me refiero a El País, mi entrada es menos bonica...
ResponderEliminarLuego vuelvo a leerte.
Besicos.
Me gusta lo que nos dices,ya mismo estoy buscando Breviario de chilindrones, de tus recomendaciones me fío...
ResponderEliminarEstoy un poco indignada...¿Has visto la noticia?
Besicos.
Manri, has escrito un documento espléndido. Y has confeccionado un artículo tan completo que todos los lectores comprenderán por qué Julio Alejandro fue un maestro en todo: porque disfrutaba peleándose con él mismo.
ResponderEliminarA Azcona ya le puse en el lugar que le corresponde. "guionistas inmortales". El siguiente, ya empezado, es Julio Alejandro.
Tu perspicacia y buen hacer me ayuda y dirige, Manri.
Un fuerte abrazo.
La última frase es genial. Además, me parece que desde que no entras tanto en comentarios estás más productivo en post. Se te echa de menos pero salimos ganando.
ResponderEliminarTambién para mi es novedad. Pero por poco tiempo.
ResponderEliminarQue bien traído maestro. El vídeo una perlita y el texto hace honores. Así da gusto descubrir cosas. Abrazos.
ResponderEliminarPues macho, me lo acabas de presentar..jejej, un besazo manri,,seguimos...
ResponderEliminarUn descubrimiento valioso, sin duda...
ResponderEliminarUn abrazo
Vengo ahora y descubro el vídeo, que ayer no se veía. Estupendo, Presi.
ResponderEliminarHasta el sábado (qué ganas).
Un descubrimiento interesante. Gracias. En cuanto pueda reintegrarme a la vida activa, acudo y nos ponemos al dia.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta semblanza sobre Julio Alejandro. Permíteme que añada una mención: escribió con Buñuel "Abismos de pasión", la mejor (y más desaforada y más desgarrada y más desmedida) adaptación de "Cumbres borrascosas" que se haya rodado nunca. Verdadero "amour fou".
ResponderEliminarUn abrazo.
Daniel, gracias por tu aportación. La he colocado en la entrada. Espero que no te importe.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué tus hijos te aplaudan cada mañana, debe ser algo maravilloso.
ResponderEliminarHe vuelto para volver a leer y he aprovechado para ver el vídeo...
Me gustan los hombres tranquilos y de charla sosegada...Lo leeré no te quepa duda, lo leeré...
Besicos.
¡Hasta el sábado!
Qué gran acierto dar a conocer a Julio Alejandro, un gran desconocido para muchos.
ResponderEliminarMolina Foix, en su libro "La edad de oro" le hace una larga e interesantísima entrevista.
Reitero mi felicitación.
Me apunto ese "Breviario de los chilindrones", no me cabe duda de que lo voy a disfrutar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bien cuando los hijos aplauden al padre cada mañana...
ResponderEliminarUn abrazo
Yo lo he descubierto gracias a ti.... Gracias por darmelo a conocer. Un saludo
ResponderEliminarEste "paisano", del que no sabía nada hasta que me lo mostraste, fué un hombre de los que me reconcilian con el ser humano. ¡Qué difícil e inusual es que "todo el mundo" hablen bien de él!. En sentido contrario recuerdo aquella anécdota que me contaste del escritor ¿Carlos Fuentes... u otro? que durante una comida observaba como los reunidos criticaban al que se levantaba de la mesa por algún motivo. Necesitando ir al servicio, al levantarse les dijo al resto: "aquí les dejo mi honra, destrócenla".
ResponderEliminarHas vuelto a tropezarte con la palabra "laminero", que tantas veces me oyes y sus recuerdos de cuando jugaban en el trillo, los habrás entendido mejor, tras mis aclaraciones a tus dudas al respecto, en aquel breve pero grato viaje a mi pueblo y alrededores.
¿Te imaginas lo que sería una tertulia con personas como Julio Alejandro, transmitida por televisión, desde el Café Gijón, el Casino de Madrid o cualquier otro lugar similar? En estos tiempos de zafiedad infinita en las televisiones, es impensable, pero que hermoso e instructivo sería.
Gracias por la aportación y espero leer estos libros que con tu perseverancia y curiosidad has conseguido. Un abrazo.
Ni idea de este hombre. Pero como me fío tremendamente de ti, me lo apunto (Vicent también me gusta mucho). No he podido meterle el diente a Lehane, entre trabajo y mi madre, que afortunadamente mejora mucho, no llego a leer lo que tengo pendiente.
ResponderEliminarUn abrazo, querido Profe
que películas aquellas como Viridiana.
ResponderEliminarChapeau para el poeta y su descubridor.
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