Como ya te he dicho allí, me parece me parece estupendo que hayas colocado aquí en el club el enlace a la entrada de mi blog, te agradezco de veras tu generosidad, y aprovecho para mandar también un abrazo desde aquí para todos los thorntonianos, empezando, claro, por su presidente.
Es sobrecogedor contemplar casas desplazadas como "botes", coches, barcos e incluso aviones amontonados y destrozados. Aunque no se vea, hay que pensar que en muchos casos habría personas dentro. El de Sri Lanka produjo muchas más víctimas por las débiles estructuras, pero tengo la impresión de que éste ha sido mas destructivo. Admirable la actitud del pueblo japonés, cuyo civismo nos dá un ejemplo al resto del mundo, especialmente en momentos tan dramáticos. Mis condolencias y mi profundo respeto a este gran pueblo.
Todos sentimos profundamente el dolor que la Naturaleza ha llevado a ese pueblo. Me parece muy acertado el que lo hayas traído al club y gracias por mostrarnos los versos de Ángel Paniagua que me han parecido acertadísimos y muy bien escritos.
Estoy profundamente conmovida, seguro que les pasará lo mismo a todas las personas. ¡Es un desastre Tremendo! Yo también me siento igual. Un abrazo desde mi Librillo.
Vengo del blog "ajustes y otras cuentas", donde su autor, con la maestría de los poetas, reflexiona sobre la fuerza de la naturaleza, ajena a los sentimientos humanos. Gracias Ángel.
Es desolador. Apenas si puedo mirar la imágenes de la tele de la congoja que me entra.
El poema de Ángel es profundo y solidario. Lo leí al poco de que lo sacara y se me hizo un nudo en los dedos por la emoción. No pude comentarle entonces, pero espero volver y agradecerle esos versos.
Sra. o Srta. Fuencisla, no era mi intención; seguramente ya estaba Ud. un poco amargada y mi pobre comentario lo ha acentuado. ¡Cuánto dolor hay por el mundo y pocas veces nos damos cuenta!
Gracias por compartir este enlace, me asomo de vez en cuando,de por allí vengo...
Mariano, gracias por esas direcciones que he copiado. ¿Oye ya no te asomas por mi ventana? Sólo de forma sutíl, a veces se asoma la amargura,lo demás, lo que importa es real y siempre de colores azules...o casi siempre. Besicos para ti, por ser tan genuino... ...Y para ti también amigo Thornton
¡Cuántas veces hemos admirado boquiabiertos las manifestaciones naturales en toda su sublimidad! Pero esta vez hemos tenido que mirar a otro lado apretando los dientes y con ganas de llorar. Aún así, se trata de la misma naturaleza, desinteresada, impremeditada, a la vez que indómita e inconmovible. Un abrazo fuerte para todos y, especialmente en esta ocasión, para el pueblo japonés.
Como ya te he dicho allí, me parece me parece estupendo que hayas colocado aquí en el club el enlace a la entrada de mi blog, te agradezco de veras tu generosidad, y aprovecho para mandar también un abrazo desde aquí para todos los thorntonianos, empezando, claro, por su presidente.
ResponderEliminarEs sobrecogedor contemplar casas desplazadas como "botes", coches, barcos e incluso aviones amontonados y destrozados. Aunque no se vea, hay que pensar que en muchos casos habría personas dentro. El de Sri Lanka produjo muchas más víctimas por las débiles estructuras, pero tengo la impresión de que éste ha sido mas destructivo. Admirable la actitud del pueblo japonés, cuyo civismo nos dá un ejemplo al resto del mundo, especialmente en momentos tan dramáticos. Mis condolencias y mi profundo respeto a este gran pueblo.
ResponderEliminarTodos sentimos profundamente el dolor que la Naturaleza ha llevado a ese pueblo. Me parece muy acertado el que lo hayas traído al club y gracias por mostrarnos los versos de Ángel Paniagua que me han parecido acertadísimos y muy bien escritos.
ResponderEliminarBesos y más besos
Estoy profundamente conmovida, seguro que les pasará lo mismo a todas las personas.
ResponderEliminar¡Es un desastre Tremendo! Yo también me siento igual.
Un abrazo desde mi Librillo.
Vengo del blog "ajustes y otras cuentas", donde su autor, con la maestría de los poetas, reflexiona sobre la fuerza de la naturaleza, ajena a los sentimientos humanos. Gracias Ángel.
ResponderEliminarMariano, me has terminado de amargar con tu comentario. Vaya tragedia.
ResponderEliminarEs desolador. Apenas si puedo mirar la imágenes de la tele de la congoja que me entra.
ResponderEliminarEl poema de Ángel es profundo y solidario. Lo leí al poco de que lo sacara y se me hizo un nudo en los dedos por la emoción. No pude comentarle entonces, pero espero volver y agradecerle esos versos.
Un beso.
Creo que todos estamos con los mismos pensamientos estos días terribles
ResponderEliminarSra. o Srta. Fuencisla, no era mi intención; seguramente ya estaba Ud. un poco amargada y mi pobre comentario lo ha acentuado. ¡Cuánto dolor hay por el mundo y pocas veces nos damos cuenta!
ResponderEliminarGracias por compartir este enlace, me asomo de vez en cuando,de por allí vengo...
ResponderEliminarMariano, gracias por esas direcciones que he copiado. ¿Oye ya no te asomas por mi ventana? Sólo de forma sutíl, a veces se asoma la amargura,lo demás, lo que importa es real y siempre de colores azules...o casi siempre.
Besicos para ti, por ser tan genuino...
...Y para ti también amigo Thornton
Una prueba más de que los dioses no existen.
ResponderEliminarEl poema de Ángel Paniagua me ha hecho reflexionar.
Salu2
¡Cuántas veces hemos admirado boquiabiertos las manifestaciones naturales en toda su sublimidad!
ResponderEliminarPero esta vez hemos tenido que mirar a otro lado apretando los dientes y con ganas de llorar. Aún así, se trata de la misma naturaleza, desinteresada, impremeditada, a la vez que indómita e inconmovible.
Un abrazo fuerte para todos y, especialmente en esta ocasión, para el pueblo japonés.
Terrible.
ResponderEliminarMe parece bien este casi apagado de tu pantalla. Cuesta hablar de otros asuntos. Los versos de Paniagua me parecen oportunos.
ResponderEliminarBesos.