lunes, 26 de marzo de 2012

BROMAS


Por cada diez bromas se tienen cien enemigos 

STERNE                                                                                                                     
                                                                                  
           
                                                                                  A dos amigos muy graciosos

Una noche ya algo lejana entrevistaban en televisión al entonces  presidente de gobierno Felipe González.  A la pregunta de qué libro estaba leyendo contestó que Memorias de Adriano y citó un párrafo que aún recuerdo: Razón tenía aquella querellante a quien me negué cierto día a escuchar hasta el fin, cuando me gritó que si no tenía tiempo para escucharla tampoco lo tenía para reinar. La cita me agradó y al día siguiente tras visitar a mi amigo Alfonso -mi librero- compartía ya lectura nada más y nada menos que con el mismísimo presidente.



No es preciso que a estas alturas les diga que Memorias de Adriano es uno de esos libros de obligada lectura con el añadido de contar con un traductor como Julio Cortázar.  Lo  releo una y otra vez y mi cabo de lápiz lo pintarrajea sin cansarse.  Hace unos días en uno de esos repasos encontré una frase que se me había escapado en lecturas anteriores: …el conversador frívolo, capaz de perder a un buen amigo por una frase ingeniosa. 

Esta cita de Marguerite Yourcenar me trajo a la memoria el recuerdo de dos amigos muy guasones. Dos frívolos a los que les gusta soltar una gracieta y mirar con el rabillo del ojo para comprobar si su humor inteligente ha sido captado por la concurrencia. Dos graciosos que por desplegar sus coloridas y vistosas plumas son capaces de molestar a su víctima incluso a riesgo de deteriorar una buena amistad.


La cita escrita al inicio, Por cada diez bromas se tienen cien enemigos,  es un buen aviso a navegantes, a los que quieren bromear siempre a costa de los demás y se toman a sí mismos muy en serio. Nos lo advierte Laurence Sterne en su Tristam Shandy, otra cumbre de la literatura y con otro traductor de lujo, Javier Marías. 

Ahora que ya soy un escritor publicado y de éxito, aportaré para la posteridad mi propia reflexión para que estos dos amigos, a los que dedico esta entrada, tomen buena nota

   -Para ejercer de bromista sin perder a tus amigos debes seguir tres reglas de oro, a saber. Una, debes reírte “de” ti y “con” los demás. Dos, cuando gastes una broma no lo hagas para presumir de ingenio, hazlo por el puro placer de reír. Y tres, aléjate del sarcasmo, nunca hagas sangre.



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45 comentarios:

  1. ¡Qué grande eres mi querido amigo (profesor jubilado) ¡Hacía tiempo que no te lo decía!

    Se permiten las bromas...¿No?

    Besicos y no de broma.

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    1. Cabopá con tanto piropo me subirá el bronce en sangre.

      Besicos.

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  2. Totalmente de acuerdo, no aguanto a ese tipo de bromistas que se ríen de, pero no con, los demás... Muy acertada tu entrada.

    Un abrazo!!

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    1. Gente pomposa -nada que ver con las pompas de Pessoa- que se toma a sí mismo muy en serio.

      Un abrazo.

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  3. Me temo que quien se ríe de los demás es porque no tiene con quien reírse. Si poseemos el don de la risa sólo puede ser por un motivo a todas luces revelador, el de sentirse bien y acompañado. Algunos de los mejores momentos de mi vida son risas con amigos. El cielo mismamente.
    Excelente entrada.
    Un abrazo.

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    1. "Quien se ríe de los demás es porque no tiene con quien reirse", me anoto esta frase que tiene música.

      Un abrazo, poeta.

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  4. Una gozada de principio a fin, porque me gustan tanto Sterne como la Yourcenar. Con respecto a esta última, compartimos la misma edición de "Memorias de Adriano", con esa mano oculta y querida de Cortázar en la trastienda. Eso sí, el papel que envuelve las pastas de mi libro está muchísimo más deteriorado.
    En cuanto a ese pozo de ingenio que es el caballero Tristram Shandy pilotado por Sterne, me da envidia tu libro, que en el mío la traducción es de José Antonio López de Letona, aunque no fue óbice para que me carcajeara cuanto quisiera y subrayara por aquí y por allá. Pero reconozco que Javier Marías es un plus añadido. El caso es que lo he regalado con la traducción de este último, así que cuando me toque releerlo lo mismo me lo regalo en Alfaguara.

    En cuanto a las bromas, estoy de acuerdo, Presi. Conviene ser muy prudente, que no todos tienen el mismo sentido del humor, del honor y del horror.
    Reír con los demás es darle pasaporte a tus afectos.
    Reírse de uno mismo es el ejercicio más apasionante que existe.
    Y en cuanto al sarcasmo y las risas llenas de bilis negra y con espadas en las comisuras de los labios, son detestables y solo reflejan a alguien cruel.

    Un abrazo lleno de cariño (va sin bromas, ¿eh?).

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    1. Las pastas de mi libro ya no tienen papel que las cobije, luce en su leja con sus tapas de color azul y letras blancas. Manoseado.
      Ya sabes que a Javier Marías le concedieron el premio nacional de traducción por su Tristam Shandy. Aporta una cantidad de notas enorme y esto que en otros libros puede que no sea importante, en éste es esencial.

      Un beso.

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  5. La lectura de las Memorias me dejó una huella como pocas novelas. Aún recuerdo la impresión, la sensación de que muchas veces lo que estaba leyendo me superaba, porque era tan perfecto y el mundo prefigurado tan poético... Recuerdo algunos fragmentos, pero los recuerdo como los leí entonces. El del león, por ejemplo, como yo lo llamo. No he vuelto a releerlo desde entonces, porque los grandes libros no los releo (tomar, leer aquí, leer allá, saltar, avanzar... ese ejercicio tan placentero que equivale a recorrer un territorio ya conocido y extasiarse) sino que los vuelvo a leer (es decir, comprar en otra edición si ha salido alguna mejor, empezar por el prólogo, y luego por la primera página, nada, como si fuera la primera vez). Y las veces que he hecho esto con las grandes obras, las que me llenaron el alma, nunca me he sentido deesengañado. La lectura se ha enriquecido por el tiempo, pero no me he desengañado. Imposible si hablamos de grandes hitos, como Memorias. El Tristam Shandy también me gustó pero no de la misma forma arrebatada.

    Bueno, no comento nada de la ironía, digamos que estoy totalmente de acuerdo contigo y con estos otros amigos de quien hoy nos has hablado.

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    1. He comentado en más de una ocasión que en las paredes de mi aula quedaron enmarcadas "frases de oro" que he ido recogiendo de mis lecturas y que empleaba para mejor desasnar a los jóvenes. De las Memorias de Adriano salieron varias de ellas, algunas dirigidas también a nosotros, los profesores: "Los hombres más opacos emiten algún resplandor. Y pocos hay que no puedan enseñarnos alguna cosa. Nuestro gran error está en tratar de obtener de cada uno en particular las virtudes que no posee, descuidando cultivar aquellas que posee".
      Siempre es un placer charlar contigo, Ramon.

      Un abrazo.

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  6. Me ha gustado mucho tu entrada, como siempre apunto el libro para leerlo en vacaciones.
    Un abrazo fuerte desde mi Librillo.

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    1. Qué suerte que aún puedes leerlo por primera vez.

      Un abrazo.

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  7. Este post lo encuentro estrechamente relacionado con el de "BRONCEMIA". Me da la impresión que cuando se alcanza una cierta edad no se soporta a estos personajes tan huecos. Al menos a mí me ocurre.
    Un post redondo con referencias a dos obras capitales de la literatura.

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    1. Estos frívolos, ingeniosos y broncémicos son insoportables a cualquier edad que te los encuentres pero es cierto, ahora los aguanto menos.

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  8. Adriano a través de la pluma de Marguerite Yourcenar, Marguerite cantada por Adriano. Creo que existe una simbiosis entre ambos que les une en tiempo y espacio. Excelentemente releído.
    Como bien sabes, Thornton, existen los graciosos, graciosillos e impertinentes. Siempre los hubo y siempre se les dejará existir para desesperación de las personas alegres.

    Un abrazo, Manri.

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  9. Es que hay que saber reírse de uno mismo y dejar tranquilos a los demás. Los broncémicos, los pomposos y los solemnes nunca serán admitidos en nuestra tertulia. No se sentarán a una mesa con nosotros ni siquiera se arrimarán a la misma barra.

    Un abrazo.

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  10. Cagontó, me las habeis pillao toas! Y ahora que digo yo? Enhorabuena, leader.

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  11. Para tener en cuenta tu reflexión. Y todo lo que entregas.
    Me gustó encontrarte.

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  12. Ese tipo de bromistas suelen esconder mucho de sí. Con las bromas se hacen los graciosos y evitan entrar en otros niveles de conversación. Una manera burda y pesada de no decir nada creyendo que son casi imprescindibles.
    Yourcenar supo de Adriano por un hilo invisible que los conectaba a ambos y al cual sólo tienen acceso los elegidos. La sabiduría de la escritora es estremecedora.

    Un abrazo, querido Profe

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    1. Me gusta imaginar ese hilo invisible que atraviesa siglos y une a estos dos semidioses.
      Cuando escribía esta entrada me vino a la memoria otro libro de parecido corte y que algún día sacaré a la palestra. Se trata de "La hija de Homero" de R.Graves, no sé si lo has leído. Altamente recomendable.

      Un abrazo.

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  13. Parece que ultimamente andas espantando moscas cojoneras de tu alrededor. Está bien eso de sanear el ambiente. Y en todo caso si te vuelves a encontrar con alguien malsano en una de tus tertulias recuerda lo que dijo Marx:"En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste".
    Comparto totalmente tu reglas de oro (y las aplico habitualmente).
    Un abrazo maestro.

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    1. Me fastidian algunos mequetrefes broncémicos, frívolos e ingeniosos y como cada día me alejo más de lo políticamente correcto lo digo en voz alta.
      Supe que compartías estas reglas de oro al poco tiempo de conocerte virtualmente, eso me permitió llamarte "perro", como a mis hijos y a mis mejores amigos.

      Un abrazo, profe.

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  14. Para mí lo que importa es reir y saber reir. Muchos no saben reir y van de graciosos por la vida. A mí me dan pena.
    Perdona pero no he leído tu libro.

    Encantada de conocerte.

    Ester

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    1. Ester bienvenida al Thornton.
      Mi primera entrada la titulé "Seriedad" y fue una pequeña declaración de principios. Si quieres leerla:
      http://clubthornton.blogspot.com.es/2009/12/seriedad.html

      Lo de "autor publicado" es precisamente un ejercicio de auto tomadura de pelo. No busques mi libro: no existe.

      Un saludo.

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    2. Ya he leído "Seriedad". Estoy al 100% con tus principios y me sumo a ellos. Mi marido siempre me dice: "¿Porqué sonríes siempre?".Porque soy feliz.-digo-.
      Lo del libro, soy principiante en tu blog.

      Saludos, Ester

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    3. Me alegra que coincidamos.
      Un saludo.

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  15. Una segunda lectura me lleva a inquirir: "nombres, nombres!"

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    1. La frase "dos amigos muy guasones a los que hace ya algún tiempo que no veo", os excluye a todos los de la tertulia. Ellos saben quienes son.

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  16. Por cierto, enhorabuena por contarte entre el selecto grupo de escritores publicados por una de las revistas de mayor difusion en nuestra villa.

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    1. Gracias compañero de pluma, procuraré que mi nivel de bronce en sangre no se dispare.

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  17. Parece ser que la risa y por consiguiente el reir, es uno de los ejercicios que más músculos mueve en el ser humano. Yo no lo tengo comprobado pero en algún lugar lo he leído. Y no lo puedo comprobar porque cuando me río, me río siempre "con" y no "costa de". También me río cuando buenos recuerdos asaltan mi pensamiento y se va dibujando primero esa sonrisa de complicidad para luego irse transformando en carcajada espontánea y natural Y nada más asano que eso; carcajada espontánea. Conozco a esos personajes que tan bien describes. Pero cuando los descubro, me doy cuenta de que no hay mucho en común conmigo. Y entonces mis risas, que son para compartir por la belleza y por la bondad de la vida y por lo que nos rodea,no me salen con ese desparpajo que merece la pena compartir. No me siento cómoda con ese tipo que busca en los demás el error o la pifia sólo para la mofa.Creo que tengo la misma editorial que mencionas de Las memorias de Adriano. Muchos años hace desde que lo leí. La editorial Pocket/Edhasa(1986). Me gustaría volver a desempolvarlo ya que nos lo has traído a nuestro recuedo. Pero es que la letra con que está escrito se me hizo muy menuda para este momento. Buscaré otra más grande y más cómoda... Tomo nota de los otros libros que mencionas y los leeré desde que pueda.No lo dejo caer en saco roto. Me vale siempre buenas, buenísimas recomendaciones. Un abrazo.

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    1. La letra del mío sí es de tamaño considerable y es de la editorial Edasa, ya no puedo leer de otra manera, a lo grande.
      Aquí todos nos enriquecemos con las recomendaciones de unos y de otros e incluso con nuestros vocabularios: "procrastinar", es la última palabra que he aprendido y te la debo a ti. Gracias tanci.

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  18. Cuánta razón llevas. "Amigos" como esos todos hemos tenido alguno, son en verdad pavos reales que aprovechan las reuniones para desplegar su cola. Al final resulta que no son tan listos.
    Tengo que releer "Memorias de Adriano".
    Un abrazo y hasta pronto.

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    1. Mercedes es que entre leer, releer y escribir se te van las horas. Tú céntrate en escribir que lo haces muy bien.

      Un abrazo.

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  19. Sí que lo leí hace tiempo. Ahora mismo lo tengo a un par de metros y de vez en cuando lo hojeo porque es una maravilla.
    Besos, Profe

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  20. Siempre paso y leo, hoy además saludo. Como bien ha dicho Mariano: "Cagontó, las habéis pillao toas! Y ahora qué digo yo?" Pues eso...

    Abrazo!

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    1. Yo te leo continuamente, por puro placer. Un abrazo Ángel.

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  21. Sin poner en cuestión lo que dices, presi, creo que la cuestión radica en el equilibrio entre reírse -sin sarcasmo- de los demás y saber encajar las bromas de retorno. Si no lo hay, la risa se vuelve amarga. Por desgracia no todo el mundo tiene la habilidad de ajustar el disparo.
    PD: Tienes que escaparte a Villa Adriana, con Pilar.

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    1. Siempre tan certera Isa, es cierto, cuestión de equilibrio. Creo que si te acostumbras a bromear a costa de tus defectos ya tienes mucho adelantado.
      En cuanto Pilar se jubile nos vamos a convertir en dos viajeros que me río yo de Marco Polo y Roma será uno de nuestros primeros destinos.

      Besicos.

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  22. No suelo gastar bromas y menos a costa de nadie. Me gusta la gente ingeniosa que saca "jugo" a cualquier situación, pero detesto profundamente a quienes únicamente bromean a costa de los demás y casi siempre ridiculizándolos; aunque a veces pretendan hacerlo sibilinamente, siempre se les vé el plumero. Suelen tener otra cosa en común y es la ausencia total de comentarios sobre ningún aspecto de su vida, de la que jamás hablan. La gente que no se abre y no comparte su vida y sus emociones no me interesa. Así, sin más. Un abrazo Thornton.

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    1. Qué auténtico eres Mariano, por eso eres mi mejor amigo. "Así, sin más".

      Un abrazo.

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  23. Sabios consejos y muy buenas recomendaciones.
    Entrada excelente que espero nadie se tome a broma.
    Yo, sin ir más lejos, no me parto, aunque partir quisiera, aquí cerquita, como ya he dicho.
    Un abrazo.

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