"Antes se era docente por vocación,
ahora sólo es un oficio más"
R.J. Madrid. "En torno a la tiza"
Resulta que la vocación en el docente es algo que preocupa en las Facultades de Educación, creen que le haría muy bien a nuestro sistema educativo tener en cuenta, de manera real, los aspectos vocacionales en la selección del futuro profesorado.
En una reciente encuesta realizada por el profesor de la Universidad de Murcia, Jesús Molina, autor del libro "Educar en la escuela actual", señala que el 93% de los 170 alumnos de 2º de Magisterio, aseguran que "no estudian la carrera por vocación sino para ser funcionarios o tener más vacaciones".
Yo no sé cuánto le preocupa a esa facultad la crisis de vocaciones, sé que para mis nietos quiero profesores que estén en el 7% restante, esos que no quieren ser profesores por las vacaciones, aunque tengan un expediente académico menos competente.
Les regalo un cortísimo vídeo de la película "Lugares comunes". El profesor Robles, Federico Luppi, llegada la edad de jubilación desea seguir dando clases, su vocación no ha disminuido con el tiempo. Nada que ver con otros que llegado el momento salimos corriendo como ratas. En él veremos la última clase que el profesor Robles imparte a sus alumnos y su testamento pedagógico, de una ética y lucidez extremas, que despierta nuestra admiración y nuestro aplauso.
ahora sólo es un oficio más"
R.J. Madrid. "En torno a la tiza"
Resulta que la vocación en el docente es algo que preocupa en las Facultades de Educación, creen que le haría muy bien a nuestro sistema educativo tener en cuenta, de manera real, los aspectos vocacionales en la selección del futuro profesorado.
En una reciente encuesta realizada por el profesor de la Universidad de Murcia, Jesús Molina, autor del libro "Educar en la escuela actual", señala que el 93% de los 170 alumnos de 2º de Magisterio, aseguran que "no estudian la carrera por vocación sino para ser funcionarios o tener más vacaciones".
Yo no sé cuánto le preocupa a esa facultad la crisis de vocaciones, sé que para mis nietos quiero profesores que estén en el 7% restante, esos que no quieren ser profesores por las vacaciones, aunque tengan un expediente académico menos competente.
Les regalo un cortísimo vídeo de la película "Lugares comunes". El profesor Robles, Federico Luppi, llegada la edad de jubilación desea seguir dando clases, su vocación no ha disminuido con el tiempo. Nada que ver con otros que llegado el momento salimos corriendo como ratas. En él veremos la última clase que el profesor Robles imparte a sus alumnos y su testamento pedagógico, de una ética y lucidez extremas, que despierta nuestra admiración y nuestro aplauso.
Muy triste el dato de la encuesta....Vengo de leer la discusión de la entrada anterior....Pero es ya tarde para seguir.
ResponderEliminarMuy buena la pelicula...la he visto varias veces y me parece una actuación genial del Sr.Luppi.
Besicos para un profesor jubilado y con mucho amor por la profesión....
Teniendo vocación, se pueden solventar todas las dificultades posibles, excepto las piedras que ponen en el camino los psicopedagogos que jamás han pisado un aula. No me extraña que ahora los de Magisterio vean sólo vacaciones, con el respaldo que nos dan los gerifaltes, lo raro sería lo contrario. Saludos
ResponderEliminarPero hacer bien el trabajo, y hacerlo bien implica mucho cariño, no tiene nada que ver con la vocación. ¿Me gusta lo que hago? Sí, sí me gusta. Cuando me dejan hacerlo tranquilamente, sin agresiones, me gusta. Si eso es tener vocación, entonces la tengo. Pero entendámonos, la palabra vocación es romántica, y como todo lo romántico una trampa. Ya te dije: yo prefiero rigor a vocación. Igual pienso así porque estoy harto de que hablen de la vocación de los profesores: me pongo a temblar, porque tú sabes que siempre han venido con el cuento, de como tú tienes vocación te la vamos a meter doblada. Me siento muy maltratado, en síntesis es eso. Cuando alguien me viene con la vocación pienso: o acto seguido se escaquea o me va a quitar una semana de vacaciones. Y qué quieres, como cualquier otro trabajador, lucho por mi trabajo. Si tener vocación es ser idiota entonces ni tengo vocación ni la quiero. Al final los profesores seremos los únicos profesionales que no pueden luchar por su trabajo. Todos los demás sí: abogados, pilotos, médicos. Pero si lucho yo por mi trabajo es que no tengo vocación. Vaya tela, Thornton. Sin acritud te lo digo, pero es que en esto no estamos nada de acuerdo porque me siento juzgado todo el santo día. Y mira la hora qué es, que ahora acabo con unos controles. No es que vaya de mártir, pero ya está bien, cornudo y encima pagando la cena. Un abrazo.
ResponderEliminarCabopá, qué película, qué cambio de vida y qué actor. Mucho amor a la profesión pero he salido corriendo. Besicos para ti también.
ResponderEliminarAntonio, los desertores de la tiza, esos sí hacen daño. Todo el día pensando, teoría, teoría y más teoría. Cómo se puede tener a unos zagalones de 15 o 16 años que no quieren estudiar, sentados en un aula seis horas todos los días. Que empiecen por ahí. Un abrazo.
ResponderEliminarOpino como Ramón.
ResponderEliminarRamon, ya ves que lo pongo sin acento, en catalán, se lo he leído a Jose Lorente. Me parece muy bien que no nos pongamos de acuerdo, sería muy aburrido. ¿Has visto la película de Luppi? pedazo de actor. Un abrazo, y a por ellos.
ResponderEliminarRecuerdos, la mayoría opina como Ramón. Tendréis razón. Un abrazo.
ResponderEliminarYo estoy de acuerdo contigo Thornton. Yo he tenido profesores que han llegado a clase y se han limitado a leer los apuntes y luego tu en casa a memorizarlos como un ordenador si quieres aprobar. Su lema era: "Cree sólo lo que dicen los apuntes, no te permitas pensar" por otro lado también he tenido profesores que han sido todo lo contrario y la verdad es que ahora que pienso en ellos me embarga un gran cariño.
ResponderEliminarQuizás no sea el mas adecuado para opinar en esto debido a mi poca experiencia pero yo estoy estudiando para profesor y como tal me gustaria hacer pensar a mis alumnos, que se interesen por la materia, que no estudien como ordenadores sin vida...aunque claro luego quizás la realidad es otra...
Me encanta tu club, y tus entradas siempre me hacen pensar.
Un abrazo.
fumador.
Pd. Me ha encantado la escena de la película, no la he visto pero voy a buscarla ahora mismo.
Thornton, yo una vez tuve un director, un jefe de estudios y muchos profesores, su mensaje coincidía: "Intenta no dar problemas y todos seremos felices" Después se me quitaron las ganas de ir a clase. Sólo semanas más tarde conocí pequeños grupos de resistencia, que se marcharon aburridos al año siguiente. ¡Qué colegio, dios mío! Yo duré dos años, y eso que sólo era el enfermero.
ResponderEliminarVamos que hay que tener suerte. Desde aquí mi admiración a Andrés, Luis, Juanjo, Alvaro... que son algunos que me han enseñado que la docencia no es sólo cosa de profesores y maestros.
Salud
Quisque
Fumador, serás un buen profesor, estoy seguro. El secreto está en que te guste tu trabajo, en que sepas que no trabajas con ladrillos sino con personas. Que sepas que eres el ayudante de tus alumnos, que conozcas y te interesen sus problemas, y que eres su profesor más allá de los límites del instituto. Todo esto no es literatura barata, esto es el abc de la enseñanza. ¿Es esto la vocación?, si no lo es, se parece mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quisque, siento que tus recuerdos de profesores sean tan tan. He conocido a bastantes docentes que presumian de dar ese mensaje al alumno. Siempre han contado con mi más incondicionable desprecio.
ResponderEliminarSalud y un abrazo.
Bien, quieres tocar y touché, menuda entrada.La primera por la estadística que mencionas, terrible.Tenemos muchas vacaciones, somos funcionari@s? Pero cómo preparamos el trabajo?cómo nos relacionamos con los alumn@s?Eso, sí es dedicarte a la escuela, instituto...Tengo al lado de lo que estoy escribiendo algo de tus datos personales que decías"Cuando doy, me doy a mí mismo" y lo escribió el poeta yanky para tí. Estaría bien que nos lo hubiera escrito para muchos enseñantes. LLevo muchos años dando clase pero espero no perder la ilusión y a veces me pregunto ¿ seré un bicho raro? Cuando os preguntáis por vocacón o no, creo que muchas veces es cuestión de matices.Pero si no pensamos lo mismo no importa, lo mejor es comunicarnos.
ResponderEliminarLa segunda,la película, cómo me gusta, cómo trabaja F. LUPPI y no entro más porque me pierdo.Gracias
Marta, más vacaciones teniáis que tener, el trabajo en la enseñanza es agotador. Las bajas por depresión de nuestros profesores en 2009 han sido de 7000.
ResponderEliminarQué película, esta tarde la voy a volcer a ver, por que me da la gana. Un abrazo.
Después de comentar la entrada anterior se me ocurrieron unos aforismos que pensé colgar en mi blog. Al ver ahora esta segunda parte veo que encajan aquí a la perfección. Ahí van y ya veré después s los pongo en el mío o no:
ResponderEliminarYo hago muchas cosas sin vocación pero sabiendo el oficio, y apenas se me nota (quiero decir que apenas se nota que conozco el oficio).
Por otro lado, también hago algunas cosas con gran vocación pero sin saber el oficio, y entonces se me nota muchísimo (quiero decir que se nota muchísimo que disfruto con lo que hago).
En el primer caso será difícil que adquiera la vocación, pero en el segundo será muy fácil que acabe aprendiendo el oficio.
Un abrazo, por fin viéndote la cara.
¿Seremos almas gemelas? Porque pongo hoy mi foto, que no tenía, y observo que tú has hecho lo propio. Creo que tú tampoco tenías. ¿Y sabes otra cosa? Ahí puesto, con la pizarra, la tiza y el borrado detrás, ni te figuras de cómo me reconozco, caramba. Eres como yo, sólo que más sereno. ¿Por la edad? No, no... porque estás jubilado, sólo por eso, jejeje. Un gran abrazo.
ResponderEliminarMe alegra que tras tu jubilación sigas reflexionando sobre la educación y que muestres tu figura de profesor.
ResponderEliminarEstoy un poco con Ramón, porque el tema de la vocación es espinoso. Importa ser buen profesional en tu materia y en el caso de la enseñanza saber transmitirla ¿es eso vocación?
He visto profesores vocacionales en la escuela de mis hijos que no sabían transmitir la materia, aunque ponían empeño con los niños.
Cuando estudiaba Pedagogía había profesores que sabían todo sobre la enseñanza pero no tenían capacidad para decirte casi nada ¿tenían vocación de maestros o eran simples teóricos?. Paradójico en una Facultad dedicada a la Educación.
La película es buena, aunque Luppi empieza a parecerse a Pepito Grillo porque siempre tiene los mismos papeles.
He tenido que retroceder para darme cuenta que habías puesto foto.Tanto gusto de conocerte.Y...con trabajar y estar a gusto las vacaciones vienen como pintadas. Supongo que tendrás tiempo, en Valencia tienes "La gloria del barroco" por si te interesa el arte, está interesante.Ah!, como jubilado te puedes escapar cuando no haya aglomeraciones.
ResponderEliminarLas bajas por depresión en la enseñanza sería otro tema a tratar, yo ...me lo planteo a pesar que cualquier enfermedad es muy respetable.
Disfruta con la peli
Saludos
Jose, además generoso, eres de lo que no abunda. Las coletillas entre paréntesis son marca de la casa, geniales. Un abrazo, espero no asustarte con mi careto.
ResponderEliminarRamon, no me importaría ser tu alma gemela, lo de las fotos es alucinante, parece que nos hayamos puesto de acuerdo. Ya te puedes ir haciendo una idea de cómo estarás en 20 añitos.
ResponderEliminarLa foto me la hizo una alumna en plena clase, para hacer un trabajo sobre sus profesores, me faltaban dos semanas para retirarme, así que podría titularla "mi última clase". Un abrazo, y gracias por tu amistad.
Thorton, te hacía más mayor, se te ve un zagal en la foto.
ResponderEliminarHe visto alguna película últimamente y la que más me ha gustado es “el demonio de las armas”, de Joseph H. Lewis, cine negro de 1950, que aguanta el paso del tiempo. Peliculón.
Carlos, me parece bien lo que dices pero no me bajo del burro. La vocación en la enseñanza es para mí esencial. "Los profesores son cada vez más profesionales y menos vocacionales, ese es el motivo por el que, luego, se muestran más desilusionados y se desmotivan más fácilmente". Esto, más o menos, se dijo en 2007 como conclusión a unas jornadas...etc.
ResponderEliminarEstamos de acuerdo que con la vocación solamente no te conviertes en un buen profesor. Tendrás que tener unos conocimientos, tendrás que saber transmitirlos y más, y más.
La película me encanta y Luppi, siendo cierto lo que dices, me sigue convenciendo. Un abrazo, y no me hagas mucho caso.
Pues me apetece hacerte mucho caso. Creo que me hubiera gustado aprender matemáticas contigo, pero ante esa imposibilidad me conformo con aprender de tu sabiduría. Un abrazo para tí.
ResponderEliminarMarta, el gusto es mío. Gracias por la información de la exposición. No me la pierdo, y un buen arroz tampoco. La película me ha vuelto a encantar. Un saludo.
ResponderEliminarFarallón, ¿un zagal? Pues mira, me lo voy a creer. Gracias por el piropo y gracias por el chivatazo. No he visto nada de este director, pero haré los deberes y me la echaré al cuerpo.
ResponderEliminarGracias también por ser tan atento con este club, que es el tuyo, y tenernos siempre tan informados.Abrazos.
Carlos, ya sabes que Machado escribió en Canciones que "a las palabras de amor (en este caso fraternal) les sienta bien su poquito de exageración". Así las tomo. Otro abrazo.
ResponderEliminarNo creo que sea para tanto la estadística de los alumnos de Magisterio, ¿cuántos de nosotros sabíamos lo que queríamos hacer con nuestras vidas cuando elegimos la carrera en la facultad? Hace un par de meses mi sobrino, que está estudiando Medicina, me decía que no era algo que tuviese tan claro, y se va a pasar 11 años estudiando.
ResponderEliminarCon lo difícil que está conseguir trabajo de maestro en España, más bien me da pena pensar en todo lo que les queda si quieren conseguir un trabajo de profesor.
Estoy de acuerdo con Ramon, me da un poquito de rabia lo de la vocación.
Por fin no me ha tirado de tu casa el desastre de la línea telefónica, que lleva unos días que falla más que un profesor sin vocación y sin conocimientos.
ResponderEliminarPorque supongo que ambas cosas son necesarias. Vocación vacía poco puede transmitir.
Me gustó el discurso de Luppi (¡aprendiste a poner vídeos, figura!), pero más me gustó conocerte. Te sienta muy bien esa cara, mucho mejor que la puerta, te lo aseguro. Hay que ver, en un solo día dos personas muy queridas me han dejado conocerlas (Ramón y tú). Ayer debió ser el día de "los con rostro" y yo que brindo por ello.
Ms. Frutos, lo alarmante de la encuesta no es ya la falta de vocación, es el por qué han elegido esa profesión: "Para ser funcionario y por las vacaciones". Si tu sobrino estudiara medicina para que le salgan gratis los fármacos, eso te preocuparía. Gracias por opinar y por ese tono siempre tan relajado. Un saludo.
ResponderEliminarIsabel, estamos de acuerdo, la vocación en solitario poco aporta, debe ir acompañada de otros tres o cuatro mil adornos.
ResponderEliminarYa sabes que tenía mis dudas sobre mostrar el rastro de mi rostro, hecho está.
Un abrazo.
Fdo.: Manrique.
Ya te controlo, bribón.
ResponderEliminarSerrano, controlado me siento. Un abrazo.
ResponderEliminarQue poder de atracción posees Thornton que hasta has llegado a mi hermana, quien por cierto es un caso de magnífica y entregada profesional de la enseñanza en un lugar hostil como Nueva York y que no empezó por vocación.Pero no quiero ser pesado. Un nuevo abrazo.
ResponderEliminarVocación es cuando, contra viento y marea, tienes algo que hacer en la vida y lo acabas haciendo.
ResponderEliminarEs cuando de pronto toca el timbre que anuncia el fin de la clase y dices: ¿ya?, y los niños dicen: ¿ya? Y ese momento vale más que el día de ingreso de la nómina.
El maestro es la partera. No pare, pero ayuda a parir. El maestro no enseña, son los alumnos los que aprenden. No se puede ayudar al que no se deja, ni se puede enseñar al que no quiere aprender.
Por eso el maestro ha de ser como una antena receptora, que capte las vibraciones del grupo y sepa lo que éste demanda. Que sea capaz de conectar con ellos. No siempre pasa, pero cuando ocurre se abre una vía de comunicación muy gratificante.
He leído con mucha atención todo lo que habéis escrito y estoy encantada de haberme dado una vuelta por aquí. Al final he tenido el impulso de escribir.
Un abrazo a todos
Carlos, imagino que te refieres a Ms. Frutos. Me parece muy inteligente y sensata, ahora que no nos oye.
ResponderEliminar¿Vocación? Al final me convenceréis.
Un abrazo.
Marta, me alegro de que siguieras tu impulso. También te he leído con detenimiento y sencillamente te digo que sabes de lo que hablas. Sólo puedo añadir, amén.
ResponderEliminarConsidérate en tu club. Un abrazo.
Thornton, un verdadero placer haberte encontrado. Se lo debo a mi hermano y a vuestros comentarios en su blog. Ya ves, la curiosidad me ha traído hasta aquí.
ResponderEliminarMs Frutos, el placer es mío. Si no tienes inconveniente visitaré yo también tu blog. Por cierto, qué pedazo de hermano tienes, qué manera más natural de ser brillante,bueno, qué te voy a contar yo a ti de Carlos. Un abrazo de los fuertes.
ResponderEliminarAunque algo escondida tras mis bambalinas de papel maché y acuarelas, me siento muy próxima a todos vosotros (Miembros del Thornton Club) y agradecida por el impulso que le estáis dando a los míos, descorchando botellas de vocaciones semi-ocultas, aunque sin duda latentes.
ResponderEliminarPor mi parte, poco que decir; me siento en un estadio preliminar, en la nube de iniciar una nueva andadura profesional, tras un importante impás de inconsciencia voluntaria, para no afrontar el riesgo que conlleva esta profesión. He dado mis primeros pasos y ahora la ilusión me rebosa. Veremos si la suerte me acompaña... (Me estoy intentando hacer amiga suya).
Gracias por tu referencia en el blog de Carlos.
Is@Hz, considérate en tu club. Tu comentario ha sido un cierre muy especial a esta entrada.
ResponderEliminarHe curioseado por uno de tus blogs y ya me hago una idea de qué clase de profesora eres.
En unos días pienso hacer una entrada sobre la forma de educar a los niños, niños de 2 a 5 ó 6 años. no me refiero en los colegios, sino en casa. Esa funesta manía de confundir educación con adiestramiento. Me interesará mucho tu opinión. Un saludo.