miércoles, 13 de enero de 2010

ÓPERA

He visto media docena, bueno, un poco más, de óperas en mi vida. Soy un simple diletante, no soy ningún experto. No toco ningún instrumento. Mis únicos antecedentes musicales se reducen al coro del instituto. Allí nuestro director me utilizaba de atril, y cuando se me ocurría cantar me miraba y se llevaba el dedo índice a los labios en señal de silencio. No crean que es un exceso de modestia, existe documentación gráfica.




Decía que he visto poco más de media docena de óperas, es cierto, pero he escuchado todas las grandes óperas desde Monteverdi hasta nuestros días. Las he disfrutado cientos de veces. Escuchar distintas versiones de una misma ópera no es un capricho, es uno de los primeros mandamientos. Tal vez resulte difícil distinguir una sonata interpretada por Rubinstein o por Horowitz, pero las voces se reconocen perfectamente por poca atención que se ponga: Caruso, Gigli, Melchior, Flagstad, Callas, Ferrier, Siepi, Dieskau, Schwarzkopf, Kraus...




Empecé a aficionarme a la ópera gracias a mi amigo del alma, Mariano Feced. Es importante tener un amigo del alma, pero si además es un entendido en ópera , mucho mejor. Me aconsejó que comenzara con VERDI: Rigoletto y La Traviata. Después, MOZART: Las Bodas de Fígaro y Don Giovanni. Luego, PUCCINI: La Bohème...




Disfrutar estas óperas por primera vez, ese sí es un placer reservado a los dioses. Descubrir a La Reina de la Noche, a Norma, al Duque de Mantua, a Violeta, a Otello, a los Caballeros del Grial, a Carmen a Mimí... No pasen por el mundo sin conocerlos, por favor.


32 comentarios:

  1. Una de las grandes cualidades de la ópera es que los necios se ponen en evidencia al despreciarla.

    Me alegra mucho compartir contigo esta afición. Pienso que el componente visual también es importantísimo para cogerle el gusto, y no me refiero a asistir a representaciones en directo, sino a DVD's o soportes similares.

    Un abrazo.

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  2. Jose, tienes razón, las óperas también hay que verlas. La voz de la Callas es magnífica, pero vista en escena es impresionante, esa Medea... El tiempo, el maldito tiempo. Un abrazo.

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  3. En mi caso el amigo se llamaba (y se llama) David Pujante, y cuando intuyó que ya me había picado la bicha, me grabó una cassette que aún conservo con fragmentos de Il trovatore (Del Monaco-Tebaldi) y algunas arias sueltas (entre ellas "Casta Diva" por la Milanov)... Y después, años, horas a pie de radio grabando en cassette las retransmisiones de Radio 2, y versiones y más versiones, y descubrimientos y más descubrimientos... En fin, qué te voy a contar... Un abrazo

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  4. Amigo mío, no sé si sabrás que trabajo de maquinista en un teatro, empecé ha hacerlo después de dejar mi profesión de actor, más que nada por eso de un sueldo fijo a final de mes. En fin, a lo que iba, al trabajar de técnico en el teatro he tenido la oportunidad de escuchar todas esas operas de las que hablas, y he de reconocer que han acabado gustándome (antes no las soportaba, prefería el rock) Sin embarga, a base de escucharlas y vivirlas en directo han ido cuajando dentro de mí.
    Me gusta el nuevo color del club, tal vez un anticipo de la primavera que viene.
    Un abrazo.

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  5. Ángel, qué buen principio tuviste. Y cómo te mordió la bicha. Qué tiempos: Corte Inglés, doble A... "Es tiempo de nostalgia. ¿Recuerdas?". Considérate en tu club. Un abrazo.

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  6. Pepe, no sabía tu profesión. Ahora te envidio aún más. Tu paso por el cine sí lo conocía. Siempre he dicho que eres un artista. Un abrazo.

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  7. María Jesús, mujer de pocas palabras... pero certeras. La música es para gozarla, sí señora. Un saludo.

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  8. Yo creo que con la ópera para como con la lectura, que o te apasiona o las odias. En ambos casos quizás, por falta de práctica o por no haber sido iniciado de la forma correcta. Yo tengo la suerte de ser de las que disfrutan con ellas

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  9. Nessum dorma, así, a palo seco, y me quedé pálido. No me apetece ver Norma, me dijo mi amiga, y me dio las dos entradas para el preestreno. Escucharla fue una experiencia, esas señoras grandes y gordas cantando, los subtítulos, los disfraces napoleónicos. Como podrás comprobar, verla no lo fue tanto. Los intérpretes no transmitían la historia, sólo cantaban. Todo quedó ahí.
    ¿Y dónde pudo ocurrir todo esto?
    Quisque.

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  10. PMM, me alegro que seas de las que la disfrutas. Aunque ya estás privada de oírlas por primera vez. Un saludo.

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  11. Thornton, veo que has colgado en una de las paredes del club y una foto hecha por mí y el cartel de la película que protagonice, hace ya tanto tiempo. Tanto honor me deja pasmado.
    Un abrazo fuerte, pero fuerte fuerte.

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  12. Turandot es una ópera magnífica, y el aria del príncipe, la guinda. Te quedarías con la boca abierta.Puccini es mucho Puccini.
    Los disfraces de Norma eran druídas. Aquí la guinda la pone el aria Casta diva. Bellini es otro grande.
    Todo esto ha ocurrido en el Teatro de la Ópera de Bolonia. Quisque en la ópera, sin un céntimo, no muy elegante, pero en la ópera- Un abrazo.

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  13. Pepe,mi respeto hacia tu arte es sincero, y mi envidia también. Otro abrazo.

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  14. Me emociona tu emoción por la ópera, tan sentida y entregada. Pero es que llevas razón, caray. La ópera pone los pelos de punta. Esas voces que citas, esos personajes románticos y en la cúspide de la tragedia casi siempre (como la Mimí tuberculosa de Puccini).

    Sólo una vez fui a la ópera, a ver Rigoletto. Una experiencia inolvidable. Está en mi recuerdo, entre las cosas más hermosas que he vivido.

    La música, en general, me apasiona. Tanto que no puedo hacer otra cosa al tiempo si suena. Eso de leer con música, escribir con música..., es para otros. A mí, me embebe con su hechizo y se acabaron el resto de estímulos del mundo.

    Me alegra compartir esta afición con mi buen amigo Thornton, al que tanto quiero.

    P.D.- Preciosas las imágenes de esta entrada. Casi todas de EMI (buenísima editora de música).

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  15. Isabel, no sé dónde leí que escuchar música comiendo era menospreciar al músico... y al cocinero. Yo tambien te quiero, y cada día más. Un beso.

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  16. No quiero parecer presuntuosa ni pedante, ni culta ni presumida, pero es que yo me crié con ópera. Bueno, con ópera y con Celia Gámez, y con Amalia Rodrigues, y con los coros del ejército ruso, con Pedro y el Lobo, y con algo de zarzuela también. Si tu padre se afeita cantando con voz de barítono un aria de ópera, eso ya no se te puede olvidar nunca. Sólo he ido una vez a la ópera y hace tanto tiempo que vergúenza me da decirlo, pero he oído muchas, todas las que nombráis y además Los maestros cantores y cosas raras como La ciudad muerta de Korngold o Dr Jekill y Mr Hyde de Wallace De Pue, ésta última la conseguí en unas oportunidades de unos grandes almacenes y no la he podido encontrar en cd. Me has puesto de tal modo los dientes largos con la ópera de verdad, en teatro, que a finales de enero, que iré a Madrid, pongan lo que pongan en el Real, me voy a verlo. Ya me vale, después de tanta música en lata.

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  17. Clares, no es frecuente encontrar quién haya oído a Korngold. Es un músico muy Wagneriano y muy Straussiano. Además de La Ciudad Muerta, yo tengo Violanta, sus sinfonías y su música de cine. Ya sabes que compuso la música para Robin de los bosques, para El capitán Blood y muchas más. Un saludo.
    P.D. En el Real por esa fecha tienes El holandés errante.

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  18. Bueno, parece que has abierto el salón operístico con notable éxito y como de momento se trata de contar las experiencias introductorias de cada uno en el género, pues te comento que lo mío fue un poco de forma autodidacta. A través de la clásica descubrí una bifurcación que me llevó a la gran autopista operística, camino sin fin. Libros, comentarios, impresiones con otros y por supuesto la sosegada escucha han echo el resto. Soy un simple aficionado con ganas de aprender y veo que aquí hay muy buenos aficionados. ¡Que empieze la música!

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  19. La ópera me es ya necesaria. La odiaba hace años, cuando para mí era sinónimo de señorona gorrona y de encorbatado chorizo. Pero un día escuché una ópera y supe que eso era lo mío. Sigue siéndolo. Me cautiva. Ayer pongo la radio y me un aria cantada por el gran Aragall, Romeo y Julieta de Gounod, que no es mi ópera ni mucho menos... pero qué quieres, escuchar a Aragall cuando menos lo esperas me puso los pelos de punta. Yo estoy abonado al Liceu, turno popular que es más barato, pero da igual. También es caro el fútbol y la gente se gasta pastones tremendos para coger un avión, plantarse en San petersburgo, pagar otro pastón para la entrada, gritar un rato y volverse a veces con una enorme desilusión. Me gusta también verla porque si la cosa es genial el entusiasmo se contagia. Fui a un concierto de Gruberova y la gente estuvo ¡¡¡una hora y cuarto aplaudiendo!!!, y la otra venga hacer bisses. En un mundo musical ocupado por las Britney Spears que entusiaman dos días y medio, la ópera es garantía de calidad y de durabilidad. En febrero tengo Wagner, ya te contaré. Un gran abrazo muy operístico.

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  20. Carlos , la ópera además de proporcionarnos el gusto de escucharla nos brinda un segundo placer: hablar de ella. Comentar las distintas versiones, Los intérpretes, los tenores dan mucho juego(cabeza de tenor)... camino sin fin, como tú dices. Un saludo.

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  21. Ramón, el virus de la ópera no tiene vacuna, gracias a Dios.
    Giacomo Aragall, es muy grande, y las óperas de Gounod están hechas a su medida. Hace unos días escuché su Fausto de 1976, con Montserrat Caballé, espléndido. Qué suerte acudir al Liceu. como dice Jose Lorente, la ópera hay que escucharla y verla.
    Creo que en febrero tienes Tristan e Isolda. Cuando me la regalaron me pareció durísima, no conseguía acabar el primer acto, naufragaba en la travesía. Ahora es una de mis óperas fetiche y tengo doce versiones. Ya se lo he dicho a Carlos, esto de hablar de ópera es otro virus. Un abrazo.

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  22. Ahhhhhhhhhhhhh, que corte, no me has nombrado a la -Madame Baterflay- esa. Con lo que me gustaría a mi verla en directo en la Arena de Verona. Me tengo que conformar con verla en DVD, por que en esta mi tierra, si tenemos una Zarzuela (que no me gustan), ya es un logro, hasta político.

    Un cordial saludo, amigo.

    Como llevas las babas.

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  23. Agradecimiento, por aceptar la suplica, del color de fondo.
    Este verde agradable que as colocado es el ideal. Da seriedad y serenidad. Supongo, como la persona que publica.

    Gracias.

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  24. Pedro, Madama Butterfly iba en los puntos suspensivos. Te recomiendo la de la Callas y también la de Renata Tebaldi.
    El club lo pinto de forma distinta en cada entrada. El rosa era horroroso pero obligado.
    Dices, seriedad y serenidad. Esas palabras no están en mi diccionario. Soy bastante descerebrado. Te invito a que leas mi primera entrada: "Seriedad". Fue una especie de declaración de principios. Un abrazo y hasta pronto.
    P.D. Sigo babeando.

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  25. Iba a comentarte que aunque no sé nada de música hay algunas arias que me estremecen....pero luego mis ojos se escaparon y descubrieron a una niñita rosada y suavecita...y ya no me importó pensar en la opera sino en la felicidad de debes sentir por tener una nieta tan linda...

    Enhorabuena!!!!

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  26. Reconozco mi incapacidad para la música en todos los sentidos, pero el jazz es capaz de cautivarme. En cuanto a la ópera la tengo pendiente. Me resulta atractiva y magnética pero no he oído nunca una en directo y tengo muy pocos discos de este estilo. Quizás me hubiera hecho falta un maestro en este sentido como el que has tenido tú. Alguien que me hiciera ser consciente de la riqueza del bel canto. Un cordial saludo.

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  27. Oye, que no sé qué ha pasado con mi comentario. Estoy torpe y eso. Fiebre del sábado mañana. Hago esta prueba por si has habilitado la moderación de comentarios y repito si no es así.

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  28. Pues lo que te iba diciendo, que me he olvidado de poner la palabra mágica y se ha ido el comentario al garete. Ahora sí. éste era.
    Tenía un ratico y me he dicho. ¿a dónde puedo ir a charlar un poco? Al Club, claro. Alli hay una buena conversación sobre ópera. La música de cine de Korngold la he oído sólo en esas películas en la misma feliz ocasión en que escuché La ciudad muerta, pero no la tengo. La buscaré por ahí para darle una vuelta. Esa ópera me gustó mucho, aparte el análisis de género que se merece en su argumento, que es terrible. Gracias por la información sobre lo que podré ver en Madrid. Como mi querido esposo es wagneriano hasta la desesperación, no no la perderemos, seguro. Yo no soy muy de esa cuerda, que Wagner me abruma, pero hay cosas que me encantan, como Los maestros cantores o Lohengrin. Esta no la he oído, así que me vendrá bien estrenarme en el Real con ella.
    ¿Cómo va la pequeñica? Imagino que monísima y entrando poco a poco en la vida, ahora abro un ojo, ahora muevo esta mano, y así.

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  29. Gracias, Lena, por pasar y por quedarte. Y por esas palabras tan lindas que le dedicas a mi nieta.
    Estremecerse con alguna que otra aria, no es un mal principio. Un saludo.

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  30. Joselu, he especificado mis comienzos por si os sirven de algo. Échate al cuerpo Rigoletto, escucha el duetto Gilda/Rigoletto del primer acto, "Veglia, o donna" y verás lo que es bueno.
    El Jazz me gusta pero soy un gran ignorante. Un saludo.

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  31. Clares, qué buen gusto tiene tu querido esposo, casado con la madrina del club y wagneriano. Felicítalo de mi parte.
    Ya he comentado que cuando mi médico favorito me regaló Tristán e Isolda, la encontraba durísima, no conseguía acabar el primer acto, no alcanzaba las costas de Cornualles, naufragaba continuamente. Ahora es una de mis óperas favoritas y tengo doce versiones, de momento. Lo del número de versiones no lo digo por presumir... bueno, un poco, sí. Trato de animarte y que Richard no te abrume tanto. Como no sé hablar de música y no dar consejos, te diría que escuchases el primer acto de Parsifal, para que en viernes santo te pille familiarizada y la escuches completa.
    Elena está hecha un cielo, tanta felicidad me asusta. Un saludo.

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