Leí hace algún tiempo que la seriedad es un bribón andante de la especie más peligrosa. Es un truco que se enseñaba y se aprendía con el objeto de adquirir reputación a los ojos del mundo aparentando más conocimientos e inteligencia de los que se tenían.
Hace siglos me aconsejaron que dejase las seriedades y me enseñaron que entre las desventuras ninguna es mayor que la falta de alegría. Nos advirtieron que no dejásemos las cosas serias en manos de los serios y que puestos a elegir un reino, sería aquél en el que la característica de sus súbditos fuera reírse abiertamente. También leí en algún sitio que a Dios le gustan las bromas.
Hace siglos me aconsejaron que dejase las seriedades y me enseñaron que entre las desventuras ninguna es mayor que la falta de alegría. Nos advirtieron que no dejásemos las cosas serias en manos de los serios y que puestos a elegir un reino, sería aquél en el que la característica de sus súbditos fuera reírse abiertamente. También leí en algún sitio que a Dios le gustan las bromas.
Nunca me gustaron los serios, apenas ríen, pocas veces cantan y jamás te tocan. Sus razones tendrán, pero trato de evitarlos. Me agrada acercarme a la gente alegre, me gusta oír sus carcajadas y sé distinguir entre alegre y feliz. Es un privilegio que los amigos te tomen el pelo, ser el blanco de sus bromas y provocar sus risas.
Gracias por no avisar de tu estreno, ¿eh?
ResponderEliminarIba a agregarme a tus seguidores. Pero ahora me lo voy a pensar un rato.
Saludos.
Sí que la seriedad es un bribón, un bribón altivo en autoestima y enano en empatía.
ResponderEliminarMe ha gustado tu primera entrada y, también, lo que he leído en tu perfil, así que voy a seguirte (soy más lanzada que tú para convidarme en las casas ajenas).
Saludos, Thornton.
Enhorabuena por su blog.Tiene una hechura elegante.Espero que le dure.El porquero
ResponderEliminarYa he visto por ahí que te unes a lo de Machado. Estupendo. Pásalo.
ResponderEliminarSaludos.
Blanco, si eres mi debilidad. Sabes que cambiaría mi reino por una metáfora tuya. Anda agregaté aunque sólo sea para que presuma de seguidor. Un saludo.
ResponderEliminarBueno, vale. Te seguiré aunque no me sigas. Soy así de generoso y desprendido.
ResponderEliminarIsabel, gracias por ser una miembro del club.
ResponderEliminar"un bribón altivo en autoestima y enano en empatía", mejor no se puede decir. Un saludo
Has encontrado la mejor manera de romper el silencio de la primera entrada: ¡Una carcajada!
ResponderEliminarJose, gracias por pasar por aquí y quedarte.Un saludo.
ResponderEliminarEs que no puedo irme ni un día, que vuelvo de Toledo y me encuentro que la has hecho, quiero decir, la entrada, espero que sea la primera y que no me haya perdido veinticinco más. Muy buena, me ha gustado mucho, y además, de acuerdo, que yo soy de las de reírme sin parar, de todo, por todo, y de mí la primera, como en el escondite.
ResponderEliminarMás aún: la gente seria no es de fiar. Sepa Dios lo que estarán pensando. Son como el perro de la novia de Luis Alberto de Cuenca: nunca sonríen, nunca gastan bromas, y lo que más les gusta del paseo es regresar a casa, y así, todo lo mismo.
Por cierto, la entrada del club es divina. Quiero un club como ese.
La que la has hecho eres tú, Clares. Todo empezó buscando una reseña literaria y dándome de bruces con tu blog. Tú eres la responsable de este despropósito. Contagias tu entusiasmo, no sé si eres consciente de eso, pero contagias y de qué manera. Bueno Fuensanta, que gracias por todo y quisiera que aceptaras el título de Madrina de Honor del Club Thornton. Título que honraría al club y a su portero, osea, yo. Un saludo.
ResponderEliminarEstimado tocayo:
ResponderEliminarPermítame felicitarle por su brillante comienzo bloguero.
Y es que si no somos capaces de descubrir la vertiente cómica de la existencia, nos aniquilará la tristeza.
¡Éxitos con su recién estrenado blog!
Dice el personaje de Peter Sellers en "El guateque" que lo que realmente nos diferencia de los animales es la risa.
ResponderEliminarY qué razón. Y qué gran peli. Y eso. Bonito club. Vine a saludar y a disparar.
DILLINGER.
El placer fue mío
ResponderEliminarUn beso
Estimado Tordon, agradezco tu felicitación y tus buenos deseos. Veo que conoces el secreto: adiós tristeza, adiós. Un saludo.
ResponderEliminarDillinger, tus balas son de plata como las de El Llanero Solitario. Las guardaré como un tesoro. Te reservaré una buena mesa en el bar para que te pases por aquí con frecuencia. Un saludo.
ResponderEliminarCarla, te veo más alta, más guapa, más sexi y más adinerada. Gracias por quedarte. Otro beso.
ResponderEliminar¿Dónde tengo que recoger el diploma y la banda bordada? Qué ilusión más grande ser la madrina del club más exclusivo y distinguido de blogger... Poder tomarme una copa y leer el periódico y departir con caballeros y damas respetables e ilustres. Cuánto honor. Y tanto que me alegro de que te hayas contagiado del entusiasmo. Lo que te ha costado abrir el club, señor perfeccionista. Ahora a disfrutarlo. Si necesitas ayuda, silba. Silba en el correo electrónico que aparece en mi blog, que lo que yo sepa de decoración de clubs y demás, a tu disposición.
ResponderEliminarVa una copa en tu honor. Vino y risa. Mujeres y risas. Y bromas. Pero, espera un momento, mi madre piensa que estoy estudiando. Uff. Otro trago a tu salud y que las puertas del club sigan abiertas.
ResponderEliminarCómo me gustaba cuando el club estaba lleno de gente y no había entradas. Me pareció una genialidad. Pero este inicio me ha gustado. Intentaré leerte, a pesar de tu ritmo creador.
Salud
Culturajos, gracias por pasar. Dile a tu Sra. madre que estás conmigo, que tranquila. El genial eres tú por la observación que has hecho. Tropecé contigo en Dillinger,( vaya tipo, es lo más), y si no tienes inconveniente seguiré tu blog.
ResponderEliminarA ver cuando me explicas lo de Culturajos, Quisque, El fumador... Un saludo
Clares, si te necesito, silbo, gracias. Si el club se llena de caballeros respetables y de damas ilustres pronto lo cierro y abro otro con lo peor de cada casa: "En la taberna con borrachos". Saludos.
ResponderEliminarEn cuanto a la risa y el buen humor, aunque sea negro, incluso lo prefiero, decía que en cuanto a la risa acepto todos los consejos.
ResponderEliminarUn abrazo
pd. Hablando de risas, has conseguido provocármela con todos tus comentarios en mi blog, y eso es de agradecer. Gracias pues.
Pepe, tú sí me has hecho pasar buenos ratos con tus relatos. Te visitaré con frecuencia. Ya no te escapas. Un saludo.
ResponderEliminarEstimadado señor.
ResponderEliminarNo siempre me es posible disponer de tiempo.No obstante, siguiendo su gentil invitación me permito recomendar una película que por fín pude ver por recomendación de un buen amigo.Es magnífica,se llama LAS INVASIONES BÁRBARAS,es canadiense.Un abrazo del porquero.