A Pedro Serrano, periodista de raza.
Pocas imágenes urbanas me agradan tanto como ver a esas parejas de jóvenes besándose en mitad de la calle. Y aún más me agrada ver que la gente a su alrededor no se escandaliza de verlos metidos en semejante faena. Han sido demasiados años soportando la doble moral y la estupidez de nuestra casta dominante.
Les voy a contar una batallita de abuelo -una batallita de aquellos tiempos ominosos en que transcurrió mi juventud- de esas que te marcan para toda la vida pero que me sirvió para que mi novia me mirara, en adelante, como quien mira a un héroe mitológico.
Estábamos los dos tortolitos sentados en un banco de La Rotonda tan enfrascados en un beso eterno que no vimos llegar al puto guardia. Se nos plantó allí delante y nos soltó todo tipo de insultos –especialmente a ella- al tiempo que nos informaba que estábamos detenidos y nos pedía la documentación. En ese instante mi novia se puso a temblar de miedo y viéndola en ese estado no lo dudé, agarré por los tirantes de cuero al guardia y le dije a ella que echara a correr. Nunca ha vuelto mi chica a ser tan obediente, corría como una gacela en estampida.
El guardia trataba de soltarse pero yo, como si de un perro se tratara, no aflojaba el bocado. Me amenazaba con todo tipo de plagas una vez que lograra zafarse de mí, pero no me convencía. Hasta que no desapareciera de nuestra vista la veloz y aterrada gacela no pensaba aflojar mis manos.
Una vez puesta a salvo le di un empujón al uniformado y corrí con tanta velocidad que casi me salgo de la ciudad.
Por si estuviera leyéndome aquel guardia de los cojones, quisiera decirle que me cago en sus muelas. Que cada vez que veo a una pareja besándose al aire libre me acuerdo de él y lo maldigo. Que no lo hemos perdonado aún ni creo que lo hagamos nunca. Que es un pobre diablo descerebrado, una rata de dos patas… en fin, quisiera decirle todo lo que no me atreví a decirle aquel día que mi chica me tomó por un gigante y realmente lo que yo estaba era muerto de miedo.
El miedo que pasé aún me dura pero les aseguro que volvería a hacer lo mismo. Puto guardia.
Ese es mi presi, con dos cojones. No hay guardia que se le resista cuando le atiende la razón. Asi está tu Pilarica desde entonces, que se le cae la baba.
ResponderEliminarLos cojones se me subieron al galillo y aún no han bajado.
EliminarEl próximo miércoles iremos de nuevo anca la ojizarca -sin h-, espero tu confirmación.
No te había leído nunca, me encanta esta entrada. Prometo seguirte con dedicación.
ResponderEliminarHace tiempo que no nos vemos, creo que desde que deje de ir al Club de Tenis, pero veo que estás fenomenal.
Cuídate mucho.
Ésta sí que es una agradable sorpresa, ahora mismo te preparo la mejor mesa del club y te invito a una copa.
EliminarEstoy muy desconectado del baloncesto pero siempre recordaré con cariño aquel año con Juan. Jugábamos a ser profesionales y solo éramos unos aficionados, especialmente el entrenador.
En mayo escribí sobre una anécdota de Ary Vidal, "Calvos", y tal vez tú fueses testigo directo de ella. Si quieres puedes leerla en: http://clubthornton.blogspot.com/2011/05/calvos.html
Un abrazo muy fuerte, entrenador.
P.S. Para quien no lo sepa Felipe Coello me sucedió en el cargo de entrenador del Júver. Para jugar en la ACB se necesitaba un técnico de más categoría y él es un magnífico entrenador que lleva el baloncesto cosido en su piel. Un lujo para todos nosotros.
Como ya he dicho vía Face, muy grande el momento, y muy grande la manera de contarlo. Tal y como me esperaba, tengo que decir, jeje... Muchas gracias por aquello que hiciste, por contarlo y por la dedicatoria. Un abrazo.
ResponderEliminarEs la segunda vez que compruebo tu poder de convicción. Como habrás comprobado no era nada del otro mundo, una historia que por desgracia era habitual por entonces.
EliminarGracias por pasarte y por el amigo que has traído contigo.
Un abrazo.
No esperaba menos de usted.
ResponderEliminarabrazo
El guardia sí.
EliminarAbrazo grande.
Qué mejor lucha, que la de dar y recibir un beso.
ResponderEliminarQué usted siga besando tan bien.
Un saludo.
La mejor de las luchas, sin duda.
EliminarUn beso.
Jajaja......... sí señor, así se defiende un buen beso...
ResponderEliminarUn abrazo!!
La verdad es que cuando apareció el cernícalo con gorra se cargo aquel beso. Puto guardia.
EliminarUn abrazo.
Me has hecho recordar que hace muchos años en Madrid en una plaza recoleta, sentados al sol del invierno en un banco, retozábamos, de frente en otro banco una vieja decrépita. Creo que sentía envidia, nos dijo de todo menos guapos, como colofón dijo: "y tu niña vete a fregar platos" menudos sinvergüenzas, en la calle y plena luz del día... Por respeto nos fuimos y nos reímos durante mucho tiempo de aquella vieja al sol...
ResponderEliminarMe ha encantado tu historia heroica, todo un hecho para recordar y contárselo a los nietos cuando sean más mayores, seguro que se reirán por no entenderlo.
Besicos para los novios.
Si es que dos enamorados sentados en un banco, a pleno sol, tienen que besarse por mucho que les moleste a un guardia descerebrado o a una vieja decrépita. País.
EliminarBesicos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEsta "batallita" es un documento que refleja muy bien aquella época tan gris y no sea usted tan modesto amigo Thornton, le echó usted un par de huevos.
ResponderEliminarAsí nos trataban estos enanos mentales. Pena de gente.
EliminarAquel día, el señor Manrique ganó por puntos a su Pilar.
ResponderEliminar¡Qué hombretón!
Un abrazo fuerte para la dos, desde mi Librillo.
No es para tanto, luego corrí más que ella.
EliminarUn abrazo.
Este es nuestro Presi. Ya de jovencillo se le veía el coraje.
ResponderEliminarBesos, me ha encantado tu historia y por supuesto la canción...¡menudo repertorio para unos cuantos que me sé!.
He montado un vídeo con esta canción -completa- de Paquita la del barrio y con fotografías de dictadores y maltratadores ejerciendo violencia de género. No sé si la pondré algún día, me da verdadero asco.
EliminarUn beso.
La incapacidad y estrechez mental fue uno de los éxitos de los conservadores de las "buenas costumbres". El terror fue la más importante.
ResponderEliminarEspantaburras: ¡VIVAN LAS MALAS COSTUMBRES! ¡A BESARSE QUE LA GRIPE SE ACABA!
Nota: Rial e mu Lustre Cademia de la Llengua Panocha. Espantaburras: Paece dicirse de los pulicias que dan sustos a toas las burras de la güerte con er pijo der pito pa las guccis y los artobuses. Inclusive p'alguna motocarro isso.
Ojo que esas "buenas costumbres" nos las querrán volver a imponer esta gente decente que nos manda ahora. Al tiempo.
EliminarAquello fue una muestra de la moral que nos querían imponer. Lo peor fue que no pudimos volver por la Redonda en muchos años y lo mejor tu forma de defenderme y ver que el detenido era el guardia. Un beso (que te daré en La Redonda).
ResponderEliminarEl guardia nos hizo cambiar de escenario y nos fuimos al Soto. Puto guardia.
EliminarMis besos no tuvieron testigos. Una pena. No los quería entonces. Me bloqueaban, y si los había, eran otra cosa. Tenían menos viveza. No “sabían” igual. Por eso, supongo, que de ellos, que los hubo, claro ¿ quién no los tuvo ? me queda solo una sombra como memoria de aquellos “ festínes de amor” en estas palabras declaradas también desde una penumbra
ResponderEliminar“Al fin y al cabo, ¿ qué es un beso?,
Un juramento hecho de cerca;
Un subrayado de color de rosa
Que al verbo amar añaden; un secreto
Que confunde el oído con la boca,
Una declaración que se confirma,
Una oferta que el labio corrobora;
Un instante que tiene algo de eterno
Y pasa con abeja rumorosa,
Una comunión sellada encima de una flor:
Sublime forma de saborear el alma a flor de labio
Y aspirar del amor todo su aroma.”
Eres un poeta amigo Nicolás, bien podrías haberle soplado al soplador esos versos.
Eliminar" Sinverguenza, haga el favor de dejarme pasar y luego bese usted lo que quiera" eso le dijo a mi novio de entonces una señora de esas que se tienen a si mismas por señoras bien de toda la vida...mientras se lo decía le atizó con el paraguas :D , pero mi novio no iba a detener a una paisana, claro, asi que la anécdota es mucho menos bonita que la tuya :) Normal que Pilar te mire como a un héroe mitológico. Lo que pasa que yo te hablo de 1994...y estoy segura de que a la señora le hubiera encantado que fuera esto un poquitín antes y poder irse a chivarse a tu guardia
ResponderEliminarMuchos besos
Alma hasta hace unos pocos años en mi instituto había profesores obsesionados con las manifestaciones de cariño de los alumnos. Incluso estaban castigadas por el reglamento de régimen interior.
EliminarFíjate qué casualidad, en un cine también nos dieron un paraguazo por besarnos...pero esa es otra historia.
Un beso libre de paraguas.
Lo que sí consiguió esa rata de dos patas es que ese beso no fuera eterno y que todas tus seguidoras lo odiemos por siempre jamás. Thornton ahí va un beso con guardia o sin guardia.
ResponderEliminar¡Por siempre jamás!
Eliminarmaravilloso blog me has encantado
ResponderEliminarGracias, muchas gracias.
EliminarHe pasado por tu blog y todo lo que he visto me ha gustado.
EliminarTe dejo mi otro blog
ResponderEliminarUn abrazo
Tomo nota.
EliminarEn más de una ocasión escuché a tu padre justificar esta clase de actuaciones de los "municipales". Decía que no se le podía tener en cuenta... que si fuera listo sería ingeniero.
ResponderEliminarSí lo decía sí, pero más bien se refería a torpezas de otro tipo. Este era un imbécil retrógrado con mala fe.
EliminarEduardo, Eduardo, ¿de qué me suena este nombre?
Una moral puritana y rancia, Presi, que el escándalo está solo en los ojos de quien lo ve, y verlo en un beso de enamorados es de estar mal de la azotea y de otras partes del cuerpo, jajaja. Menos mal que se acabaron tantos custodiadores de buenas costumbres.
ResponderEliminarAy, ay, ay, tienes en el bote a la Pilarica desde entonces. No me extraña, que eso es un chico como corresponde y no un noviete que tenía yo, que a lo más que se ofrecía era a que corriéramos juntos si nos llamaban la atención por las efusiones de cariño.
Un abrazo inmenso, Presi-héroe.
Es cierto Isabel el pecado estaba en su sucia mirada no en nuestros besos que eran los de dos jóvenes enamorados.
EliminarMe temo que Pilarica me conoce bien y sabe de mis muchos defectos, defectos más propios de los hombres que de los héroes.
Un beso.
Con la miel entre mis labios vuelvo a pisar este lugar de entrañables recuedos, a la vez que me dejas una ligera sombra de tristeza. Más que nada porque fueron tiempos duros, difíciles, empantanados... Tanto que todavía dura parte de ese lastre en algunos rincones de nuestras almas. No obstante, me encantó saber que la gacela corrió a sitio seguro y que su buen sabueso volvió como un héroe a la guarida que no dejó nunca más. Me encantó esa coherencia de sentimiento y vida a través de esas vicisitudes. Me vuelvo a mi rincón, de nuevo, feliz de haberte leído.Gracias por tan buena reflexión. Un abrazo.
ResponderEliminarLa gacela corrió y el héroe más aún, pero aquel descerebrado no se salió con la suya. La autoridad competente fue un incompetente atrapado entre mis -por entonces- fuertes brazos.
ResponderEliminarMe gusta cómo dices las cosas.
Un beso.
Mi intención era hoy poner en tu espacio Thornton otro poemita sobre el Beso. Algo agradable. Pero una señora del PP me acaba de llamar a través de la SER “incendiario” “pancartista” e “irresponsable” porque me voy a manifestar el 29-M ejerciendo un Derecho Constitucional. ¡ Pero qué broma tan pesada es esta ! Me ha cabreado mientras desayunaba tanto insulto, desprecio, prepotencia y suficiencia, y se me han olvidado esos versitos. Ahora solo estoy pensando en el lema que voy a escribir en la PANCARTA que llevare el 29-M….pero no lo encuentro… deseo ser comedido…pero no sé…...si alguien del Club se le ocurre algo, y quiere, que me lo diga. Algo educado y Constitucional, por supuesto.
ResponderEliminarPerdona Presidente por irrumpir tan bruscamente este agradable espacio sobre los besos, pero me ha cabreado mucho la señora. Entendería que eliminaras mi entrada.
Un abrazo.
Querido Nicolás es que empiezo a pensar que esa señora tiene razón. ¿Qué haces manifestándote junto a los sindicatos y junto a la clase obrera? Has de hacerlo con la Conferencia Episcopal y con lemas donde quede patente tu amor al prójimo: "¡Zapatero con tu abuelo al agujero!", eso decían esas buenas personas no hace mucho.
EliminarPaciencia.
P.S. Veo que Mariano -Feced- añora a Zapatero. Natural.
Se me olvidaba el lema para tu pancarta: ¡¡¡LA DERECHA ME ESTRECHA!!!
EliminarYo creo que algo así te quedaría bien: "CON ZAPATERO VIVÍAMOS MEJOR", ¿No te parece?
ResponderEliminarAmigo Mariano solo han pasado tres meses y ya le echas de menos. Mira que te avisé pero tú erre que erre.
ResponderEliminarEstoy en un ¡Ay!; !Que no vivo en mí! oye. Menos mal que tú me animas.
Eliminar¿Pero hubo o no hubo multa?
ResponderEliminarPor entonces yo estaba tan en forma como tú ahora y a correr no había quien me ganara. Todavía me estará buscando.
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