sábado, 24 de abril de 2010

REDONDA

A Isabel, nuestra sumiller, por su cara bonita.

Ride si sapis
Lema del Reino de Redonda

Hace unos años leí una larga conversación entre Javier Marías y Woody Allen. Casi a punto de acabar la charla, Javier Marías le preguntó si conocía el Reino de Redonda. Woody Allen contestó negativamente y el escritor le contó de qué se trataba y le propuso ingresar en tan selecta corte.
Aquella conversación hizo que me interesara por esta broma literaria y me puse a indagar.


Redonda es una nación ficticia, aunque la isla existe realmente. Está situada en Las Antillas y fue bautizada con ese nombre por el mismísimo Cristóbal Colón.
Esta ficción comenzó en los años cuarenta. Su primer Rey fue el escritor M.P. Shiel que reinó con el nombre de Felipe I. El segundo monarca fue el también escritor John Gawsworth, Juan I. Le sucedió Juan II o Jon Wynne-Tyson para la literatura. En 1997 Javier Marías, aficionado a estos juegos literarios, aceptó la corona y reina desde entonces con el nombre de Xavier I.


Los primeros nobles de este fantástico reino son viejos conocidos nuestros: Arthur Machen, Lawrence Durrell, Henry Miller, Neruda...


Xavier I, otorgó sendos ducados a Umberto Eco, Mario Vargas Llosa, Guillermo Cabrera Infante, Francis Ford Coppola, Eduardo Mendoza, Fernando Sabater... y nombró a Juan Cruz Comisario de Agitación y Propaganda.
Fundó una “editorial” en la que no se considera si los textos que se publican pueden o no tener lectores y estableció el "Premio Reino de Redonda", dotado con 3000 € y un ducado.
Entre los premiados están J.M. Coetzee, desde entonces "Duque de Deshonra"; Claudio Magris, "Duque de Segunda Mano"; Ray Bradbury, "Duque de Diente de León"; George Steiner, "Duque de Gerona"; Umberto Eco, "Duque de Isla del Día Antes"; y en esta X edición ha sido premiado el escritor checo-francés Milan Kundera, Duke de Amarcord.



Desde hace 10 años he ido comprando, fielmente, libro tras libro los 19 que se han editado. Son ediciones primorosas, de esas que te permiten imaginar que nunca desaparecerán los libros.
En el Reino de Redonda puedes encontrarte con Isak Dinesen; Jorge Ibargüengoitia; Joseph Conrad; W.B. Yeats... Libros que comentaré en otra entrada, no se librarán.

martes, 20 de abril de 2010

MIEDOS

Como casi todos, yo también he tenido mis terrores infantiles. Recuerdo cómo me tapaba la cabeza con la sábana tratando de alejar las imágenes de alguna película de miedo o de algún relato oído a mis mayores.

De todos ellos el más temido, durante no pocos años, fue el recuerdo de la película El Cebo: una niña aparece asesinada en el bosque y el caso queda falsamente cerrado. Un comisario, ya jubilado, repara en un dibujo que la niña hizo del asesino y decide investigar el caso por su cuenta.

El Cebo fue estrenada en 1958. Dirigida por el húngaro afincado en España Ladislao Vadja. La historia y el guión son del dramaturgo alemán Friedrich Dürrenmatt. La música de Bruno Canfora contribuyó a que mis terrores fueran aún mayores.

El actor Gert Fröbe, el que más tarde alcanzó notoriedad como el Goldfinger de James Bond, es la figura clave en El Cebo. Con su sola presencia, su corpulencia y su enorme abrigo, me persiguió en carreras nocturnas durante muchos años. Aún hoy cuando leo las tristes noticias de pederastas, les pongo a todos esos degenerados la cara de este actor.

Ladislao Vadja también rodó “Marcelino, pan y vino”, famosa película de la época interpretada por Pablito Calvo, el niño más célebre del cine español, junto a Joselito.
En las flimografías de Vadja y de Pablito Calvo, existen otras dos películas que me fascinaron en su día y que al volverlas a ver recientemente no me han defraudado: “Un Ángel pasó por Brooklyn” y “Mi Tío Jacinto”, premiada por el público en Berlín.

Aquí os dejo con el tío del saco.