lunes, 12 de julio de 2010

¡CAMPEONES!

Al final no ha sido tan complicado, sólo he tenido que esperar 61 años para ver ganar un mundial a la selección española. Ha merecido la pena.


Se acabaron aquellos mundiales donde a las primeras de cambio nos mandaban para casa. Aquellos mundiales donde te comprabas la camiseta de la selección brasileña para hacerte la ilusión de que el equipo que ganaba también era el tuyo.


Toda una vida acudiendo a la cita cada cuatro años. Inglaterra, Brasil, Alemania, Italia, Argentina...disfrutando con los Pelé, Eusebio, Bobby Charlton, Luisito Suárez, Beckenbauer, Maradona y sobre todos con Johan Cruyff.


A Cruyff le debemos que no se juegue pensando sólo en la victoria, como hizo ayer Holanda. A él le debemos el buen gusto en el juego. Nos enseñó a mimar la pelota, nos enseñó que la mejor manera de ganar era teniendo el balón más tiempo que el rival y nos enseñó que por encima de todo hay que jugar divirtiéndose. Hemos aprendido la lección y hemos cambiado la furia por la clase.

Vuelvo a mi merecido descanso con una sonrisa de bobo que me temo que tardará algún tiempo en desaparecer. Aquí les dejo una fotografía hecha minutos antes del partido.


Y recuerden... AHORA VUELVO.