domingo, 25 de noviembre de 2012

FELICIDAD



En el cielo morarán los que en la tierra han sido felices
J.L.B. “El informe de Brodie”


En un reciente viaje a La Manga les comenté a tres de mis hermanos una noticia que había leído en El País. Un tal Michael I. Norton -profesor de la Escuela de Negocios de Harvard- aseguraba tener pruebas de que el dinero sí daba la felicidad. Comenzamos entonces una discusión sobre la relación entre el dinero y la felicidad que, por supuesto, aún no ha terminado. Discutir sobre lo que sea a propósito de lo que sea se nos da muy bien a los hermanos. 



Mi hermano Pepe decía que definir la felicidad ya era un tanto imposible. Para mi hermano Eduardo el dinero no daba la felicidad pero ayudaba. Mi hermano Miguel fue más tajante y asoció estrechamente dinero y felicidad y remitió la pregunta a los parados o a los desahuciados. Mi postura es tan radical como la de Miguel, pero totalmente opuesta.

Sostengo que este profesor Norton debe de ser un lince con los negocios pero en asuntos venturosos debe bajarse de la tarima y sentarse junto a los alumnos.



Yo le recomendaría a este joven desasnador que empezara por leer a Luis Rosales, uno de nuestros grandes poetas de la generación de 1936.  Así aprendería a distinguir entre alegrías y satisfacciones. Una alegría es algo más serio que comprarte un traje de Loewe o comerte una docena de gambas rojas de Denia a la plancha.

Luis Rosales en Algunas consideraciones sobre el dinero… nos advierte de esa limitación del poderoso caballero:

-El dinero tiene tanta fuerza que puede trasladar un monte o destruir una ciudad pero no puede dar una alegría, solo brinda satisfacciones. Distinguir claramente entre tener satisfacciones y tener alegrías es la clave del vivir.


 

También le recomendaría al amigo Norton -y a mis hermanos- que viera una escena de la película que dirigió Carlos Saura titulada Pajarico. Estoy convencido que esta sola escena le haría revisar su tesis. Paco Rabal sentado en la playa de San Pedro del Pinatar recibe en la cara la brisa del mar y contempla a los suyos disfrutar del agua y del sol. Piensa en lo hermosa que es la vida y dice una frase que podría ser una perfecta definición de la felicidad:

-Qué bien se está cuando se está bien



  • Encarna Segura Garrido Cualquier cosa que dijéramos sobre felicidad y dinero sería cierto. Felicidad, satisfacción... A mi me gusta la palabra plenitud. Puede el ser humano alcanzar la plenitud (llamémosla así) en algunos momentos de su vida. Puede el "pobre" alcanzar la plenitud en algunos instantes? Pues yo creo que si. El dinero está muy bien, "los duelos con pan son menos"; pero la plenitud creo que pertenece al ser humano pobre, enfermo, ignorante, sabio, feo, bello e incluso rico. Creo que eso sentía Pajarico mirando al mar.

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