domingo, 10 de octubre de 2010

DONNE

"Ven, vive conmigo y sé mi amor,
nuevos placeres probaremos
de doradas arenas y arroyos cristalinos,
con hilos de seda y anzuelos de plata".


JOHN DONNE


Hace tan sólo 15 ó 16 años que descubrí a John Donne. Nuestro encuentro fue en el cine. Yo estaba disfrutando de una deliciosa película cubana -Fresa y chocolate- y en una de sus escenas Jorge Perugorría se lamentaba del pobre ambiente cultural que había en Cuba: Qué se puede esperar de un país que no escucha a la Callas -la Calás, decía él- y no lee a John Donne.





La soprano ya era como de la familia pero al poeta sólo lo conocía por una cita que había leído en una novela de Hemingway, Por quién doblan las campanas.

Me compré sus Poesías Completas en dos tomos y sus Paradojas y Devociones. Aquí, en sus Devociones, encontré esa famosa cita del libro de Hemingway: Ningún hombre es una isla completa...La muerte de cualquier hombre me empequeñece...En consecuencia no envíes nunca a preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti.



John Donne fue contemporáneo de Shakespeare y de Cervantes. Fue considerado el mejor poeta inglés del siglo XVII. Teniendo en cuenta que más o menos por esas fechas se publicaron los sonetos del Cisne de Avón, el piropo es grueso. No recuerdo dónde leí que John Donne y Cervantes se pudieron cruzar por las calles de Madrid, al parecer coincidieron en el espacio y en el tiempo. Sea cierto o no, me gusta imaginarlo.



Entre sus versos encontré bellísimas perlas que subrayé con mi colilla de lápiz: "Cada edad persigue un pecado diferente"; "Los amantes están ausentes el uno del otro"; "La belleza es a menudo infértil, los mejores cultivadores afirman que la tierra mejor se halla en lo más inmundo"; "Ningún invierno moderará el crecimiento de la primavera".



Estos últimos años les pedía a mis alumnos un trabajo sobre el racismo y la intolerancia arrancando con unos versos de John Donne que, enmarcados, lucían junto a la pizarra.

"Pero aquél que la belleza interior
ha encontrado, todas las exteriores aborrece,
pues quien ama el color y la piel
sólo ama sus vestidos más viejos".