miércoles, 7 de octubre de 2015

PINO

DICE LA CATEDRÁTICA que el enorme pino de La Luz tenía alrededor de 120 años. He acompañado a este árbol durante la mitad de su vida y he estado a su lado en sus últimos días viéndolo cambiar de color centímetro a centímetro. Ya sabéis que los árboles y las personas nos parecemos en que los dos empezamos a morir de arriba abajo. Nosotros con el blanco de nuestro pelo y ellos con el marrón de sus hojas más altas.





No pasaré un solo día ante él sin pararme a acariciarlo. Prometido.




.

8 comentarios:

  1. Me gusta mucho ese mensaje y propósito de cada vez que pases por allí, lo acariciaras, seguro que te lo agradece, amigo.
    Besicos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Carmencica, aunque lo tenga tan descuidado no termino de cerrar este blog por puro romanticismo. Fueron unos años estupendos, esplendorosos, donde tuve la suerte de conocer a tantos y tantos amigos. La verdad es que el dichoso facebook ha desplazado a este medio (aunque para mi sorpresa veo que aún siguen asomándose por aquí cada mes más de dos mil lectores o un mismo lector dos mil veces). El caso es que me sigue agradando verte sentada a tu mesa aunque el bar esté casi cerrado. Besicos.

      Eliminar
  2. Es verdad nos parecemos:
    Echamos raices
    Buscamos la luz
    Queremos tocar el cielo
    Enfermamos y permanecemos en el recuerdo de quienes nos conocieron.
    Un abrazo para los dos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mamen, te digo lo mismo que a Carmencica, los blogs ya no son lo que eran pero me gusta verte por aquí. Un abrazo
      Qué bien dices lo que dices.

      Eliminar
    2. Yo sigo con el mio, que "me da la vida".
      Cuando veo que publicas algo entro a verte.
      No abandono lo que me gusta.
      :)

      Eliminar
  3. Eres un gran sabio.
    Yo te leo aquí y allí, aunque con el facebook nunca me he puesto muy en serio. Pero te tengo como alguien muy especial y como ves sigo aprediendo de tu manera de afrontar la vida.
    Un abrazo maestro.

    ResponderEliminar
  4. Carlos, sabes que solamente con haberos conocido a Isa y a ti ya ha hecho fascinante aquella aventura del Thornton. Os tengo siempre entre mis buenos recuerdos y no pierdo la esperanza de que algún día volvamos a pasar otro ratico juntos.

    Un abrazo, profesor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por imposiciones inevitables, tuve que hacer cortar dos ejemplares de ese calibre. Sus tocones acusadores me asaltan la conciencia cada día. Un abrazo, maestro. Los míos solo tenían treinta y cinco años. Los planté yo.

      Eliminar