¡ Díganle a la repostera
que ha tanto tiempo no he visto,
que me tenga un beso listo
al entrar la primavera!
J.Martí
Decía Juan Ramón Jiménez que la primavera tenía dos momentos: el brote primero violeta y luego el brote verde. Nos disponemos a colorear nuestros campos de violeta.
que ha tanto tiempo no he visto,
que me tenga un beso listo
al entrar la primavera!
J.Martí
Decía Juan Ramón Jiménez que la primavera tenía dos momentos: el brote primero violeta y luego el brote verde. Nos disponemos a colorear nuestros campos de violeta.
En regiones mediterráneas disfrutamos de una primavera temprana, una especie de preprimavera. Vemos acercarse la primavera poco a poco. Esa estación tan prestigiada para el amor no nos pilla de sorpresa. Nuestra luz ya nos avisa, nuestras primeras flores, las tardes que se alargan.
Desde hace unos años, en estos días florece por aquí una planta silvestre que no consigo averiguar su nombre, ni siquiera el vulgar. La huerta aparece adornada con estas flores, pregunto y pregunto y nadie sabe decirme. Ni siquiera los lugareños le han dado nombre. Es ésta que veis en las fotografías.
Por casualidad alguno de vosotros...
Lo siento. Acabo de preguntarle a mi madre de 88años campesino-huertana, cómo se llaman y dice conocerlas pero no sabe el nombre...En las macetas del patio siempre han crecido de forma silvestre porque la tierra de las macetas siempre ha sido tierra de huerta no de bolsa como las tenemos ahora que a veces lo único que crecen son unos "mosquitos" que merodean alrededor de las plantas. Y si no fíjate...
ResponderEliminarQué bonico el poema de JR. No lo conocía....
Besicos.
La que crece en los campos se llama Moricandia arvensis. Y es un gozo verla.
ResponderEliminarEn todo caso, son espectaculares... ¿Qué importa el nombre si conoces la esencia?
ResponderEliminarDisfrútalas, que por los madriles no he visto plantas silvestres de esa magnitud "flosforescente".
Un abrazo.
Cabopá, tu madre confirma lo que os decía. Lo que más me llama la atención es que no tenga algunos nombres vulgares. Gracias, besicos y un saludo a tu madre.
ResponderEliminarMobesse, he improvisado la entrada y no se puede preguntar de peor forma. Las flores tienen cinco pétalos y son de un color fusia fuerte. La moricandia es también todo un espectáculo. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarFederico, esa preprimavera de que hablo está ya por aquí. Debería de bastarme con contemplarlas pero...
ResponderEliminarUn abrazo.
Esa "preprimavera" la disfrutaba yo siempre desde el autobús que me llevaba cada día de Cartagena a Murcia en los años de la universidad, viendo a uno y otro lado la primera floración de los almendros... Pero me gusta más como la llama Pedro García Montalvo en sus cuentos, la anteprimavera murciana... Las flores preguntaré, a ver qué saco...
ResponderEliminarUn abrazo anteprimaveral
Siempre que cuento con tiempo,subo a mi nave blogera y salgo de blogs...
ResponderEliminarYa sabes que me encanta pasar de visita por aquí, vengo siempre porque me reconforta. Hoy llego desde Cuentos y Orquídeas y tengo un nuevo cuento a ver si gusta, hecha esta la invitación entonces, te mando un fuerte abrazo. Mucha luz y hasta pronto...
Ángel, las comas que escribe Pedro me gustan más que todas mis entradas...y las tuyas también. Un abrazo y pregunta,pregunta.
ResponderEliminarLely, gracias por aterrizar de nuevo por aquí. Marcho a Cuentos y Orquídeas. Un saludo.
ResponderEliminarDesde la mesa de la ventana.
ResponderEliminarLa primavera ha venido.
Nadie sabe cómo ha sido.
Pues no, ni idea, la verdad es que en esto de las plantas soy bastante ignorante. La verdad es que se llamen como se llamen son preciosas.
ResponderEliminarEl verso, una delicia.
Por cierto, esta va a ser una primavera en Andalucía espectacular; después de tanta agua.
Un abrazo.
Este año todos esperamos ansiosamente la primavera después de un invierno que ha sido especialmente largo y frío.
ResponderEliminarLamento no poder ayudar a identificar esta bonita planta. En cuanto alguien lo haga me paso por el Garden ¡que soy de ciudad! aunque me pese.
Un abrazo.
Serrano, el mejor mueble es una ventana. Estás sentado en un sitio privilegiado, la rara te lo quitará. Un abrazo.
ResponderEliminarMercedes, me alegro que te gusten estas flores y los versos. Esta primavera va a florecer hasta el asfalto y ya se acerca el azahar. Se nos amontona el trabajo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jose, esta planta es silvestre, no se puede comprar en ningún Garden. Tendrás que venir a las afueras si la quieres conseguir.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Silene pendula? No la veo bien.
ResponderEliminarMiguel, así la llamo, de momento, por su gran parecido, pero no estoy nada seguro. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí se me mueren hasta las flores artificiales. Por eso no les pongo nombre. Para no encariñarme. Linda entrada violeta.
ResponderEliminarQué, curioso, ayer me leyeron(quiero pensar que me leyeron ) dos personas de EEUU y se me ocurrió que pronto había que hacer un post primaveral, porque uno era de Spring Valley y el otro de Felicity. Es verdad de la buena. Y hoy por la mañana hace un sol cojonudo y lo primero que veo es este post primaveral con sus florecitas, alegrando el día. No, lo siento, yo de flores ni fu ni fa. Un saludo.
ResponderEliminarPues en esta región atlántica la primavera me parece a mí que se va a hacer de rogar. Aquí, verde todo lo que quieras, amigo Thornton, que para eso llevamos un invierno de agua como pocos, así que esa plantita que tú ves, para mi es totalmente desconocida, pero si quieres te envío una flor de toxo que seguro que este año florecerá a miles, si es que alguna vez cambiamos de estación. Por eso con tu permiso me pasearé por aquí para hacerme a la idea de que ha llegado la primavera.
ResponderEliminarLa silene es flor de cuatro pétalos y más grandes, creo. Al menos las que florecen por mi tierra, dentro de un mes. Una foto con mayor detalle ayudaría a su identificación- Saludos.
ResponderEliminarBlanco, además del color ¿te gustó el texto? Dime que sí, miénteme, a lo Johnny Guitar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Javi, te leerán hasta los chinos, al tiempo.
ResponderEliminarTe faltaba entender de flores también, deja algo para los demás.
Un abrazo.
PMM, acepto esa flor de toxo, "flores y espinas". Has dicho AGUA, ya sabes, nunca llueve a gusto de todos. Gracias y un abrazo.
ResponderEliminarVamos a ver, Thornton. No me creo que no valores tus textos en lo que valen. Que una cosa es que juegues a envidiarme, y otra que no sepas que escribes bien. Porque escribes bien, ¿lo sabes?
ResponderEliminarPor cierto, yo envidio la cantidad de gente que te sigue y comenta. Y es envidia de la mala, además. La otra no existe.
Abrazo grande.
Fuencisla, la silene pendula sí tiene flores con cinco pètalos como la que busco. Entre mi gente la llamamos Silene, pero no estamos del todo convencidos. Un saludo.
ResponderEliminarBlanco, te creeré porque me interesa. Mi envidia no es ningún juego, es real y de la única que existe, de la mala.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya sospechaba yo que en el Garden sólo tenían algunas cositas monas para contentar a urbanitas domingueros.
ResponderEliminarEstoy dispuesto a esforzarme un poco más y espero poder ir pronto por esas latitudes.
Un abrazo.
Soy muy terco y orgulloso. Si nadie me llama aquí me quedo.
ResponderEliminarSean, ya sabes que soy obsesivo. Dices que es silvestre, pero de la foto se puede deducir que ya ha sido cultivada. Parece un seto. ¿Es posible? Me dices que tiene cinco pétalos. (Hay silenes o selenes que los tienen). Lo del color no es definitivo, según leo. ¿Podrías hacer una foto del tallo? (No confundir thyrsus con truncus). ¿Es rastrera o trepadora? ¿Florecen individualizadas o en racimo? ¿Dónde puedo coger una muestra? No me olvidéis.
Sobre la rara os tengo que decir que estoy en vía de sobreponerme al miedo irracional. Visito una página que me ayuda sobremanera ("atomarporc..com).
Como remate.
El dulce murmurar de este ruido,
el mover de los árboles al viento,
el suave olor del prado florecido
podrían tornar de enfermo y descontento
cualquier pastor del mundo alegre y sano;
yo solo en tanto bien morir me siento.
Para vuestra tanquilidad, no es salida de mi pluma.
Serrano, ya me he disculpado por entrada tan precaria, la improvisé añoche y tuve que arreglarme con lo que había en la nevera, como en el amor y en la cocina.
ResponderEliminarEsos versos son precios, podrían ser tuyos perfectamente y tu entrada la podría haber escrito el mismísimo Garcilaso.
Un abrazo.
Jose, ya ves lo que sabiamente dice Serrano, puede que ya esté cultivada y la puedas encontrar en un Garden. Tendré que esforzarme un poco más, yo sí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre es un placer venir aquí y leer a un escritor de éxito. Pero el éxito es lo de menos. Lo de más, las letras bien engarzadas.
ResponderEliminarMe gustaría ayudarte a identificar la planta, pero no sé su nombre. En las ciudades, perdemos muchos nombres, muchos conceptos. Es lo malo de ser un urbanita.
En todo caso, se huele y se ve la primavera. En nuestra tierra está al caer. Bendito tiempo que alarga la luz e intensifica las ganas de vivir.
Un abrazo, querido Thornton.
Pues yo ni aunque pongas quince fotos iguales. De momento me tomo una cervecita mientras escucho a los jardineros.
ResponderEliminarYo tampoco sé cómo se llama, pero me basta con disfrutarla.
ResponderEliminarY, ¿José Martí no cultivaba una rosa blanca?
La foto está un poco movida, y eso no ayuda, pero después de lo visto y leído y tras una larga caminata por los florales prados interneteros (para muestra un botón: http://fichas.infojardin.com/perennes-anuales/silene-pendula.htm, aunque he visitado varios más) quedo convencido de que se trata de la cariofilácea que sospechábamos, o sea que tenéis razón tu gente y tú cuando la llamáis Silene, porque aunque Pendula, Silene es...
ResponderEliminarIsabel, ya veo que a ti, como a las plantas, te brotan hojas en primavera. Hace años, llegadas estas fechas, me colocaba en una oreja una florecita silvestre,era mi homenaje a la primavera; y así, de esa guisa, jugaba al tenis, paseaba, iba a clase. Ahora no me atrevería. Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos, entonces para podar, abonar, fumigar, regar...no te aviso. Tú te lo pierdes.
ResponderEliminarUn abrazo.
María Jesús, a veces pienso si bautizarla yo y dejarme de pamplinas.
ResponderEliminarHace muchos años, en mi casa, con mis hijos, recitabamos "La rosa blanca", aparte de lo bella que es, tiene su mensaje. Mis alumnos la trabajaban como tema transversal, en fin que has dado en el clavo.
Saludos.
Ángel, si es así, te deberé otra. Y si no, también. La fotografía es mala de solemnidad, está hecha con el móvil, lo digo por si sirve de disculpa.
ResponderEliminarSilene,silene,silene,silene...
Un abrazo.
Regar el gaznate por supuesto.Pero viva la primavera, eso sí.
ResponderEliminarCarlos, eres un perro*. Un abrazo
ResponderEliminar* Llamo perro a mis hijos y a mis amigos. Y ahora a ti.
Ni idea de floricultura, horticultura ni nada parecido... Pero qué bonita flor. No sabía la frase de JRJ pero es que JRJ dijo tantas frases, jeje. Generalmente con razón, justo es reconocerlo. Un gran abrazo.
ResponderEliminarGuau, que honor ser tu perro si es así. Pero la cerveza, aunque sea en un platico, no la veo.
ResponderEliminarLOs quintos están de maravilla. Como estoy en la mesa de la ventana solo y todos los demás, menos Farallón, entretenidos en vuestra plática, me los bebo de muchos en muchos.
ResponderEliminarPor cierto, Sean, ¿quién es ese Garcilaso?.
Remato
Todo ha florecido en
estos campos, manzanos,
azules titubeante, malezas amarillas,
y entre la hierba verde viven amapolas.
El cielo inextinguible, el aire nuevo
de cada día, el tácito fulgor,
regalo de una extensa primavera.
Sólo no hay prmavera en mi recinto.
Enfermedades, besos desquiciados,
como yedras de iglesia se pegaron
a las ventanas negras de mi vida
y el sólo amor no basta, ni el salvaje
y extenso aroma de la primavera.
Y para ti qué en este ahora
la luz desenfrenada, el desarrollo
floral de la evidencia, el canto verde
de las verdes hojas, la presencia
del cielo con su carga de frecura?
Primavera exterior, no me atormentes,
desatando en mis brazos vino y nieve,
corola y ramo roto de pesares,
dame por hoy el sueño de las hojas
nocturnas, la noche en que se encuentran
los muertos, los metales, las raíces,
y tantas primaveras extinguidas
que despiertan en cada primavera.
Un poco pelma mi amigo Pablo.
Ramón, no es necesario entender de matujas para disfrutar de la primavera. Quería que os fijárais en la preprimavera, lo que los clásicos llamaban anteprimavera. JRJ tiene un poema que lo titula así. Con que te hayan gustado las flores me doy por contento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Carlos, si algún día coincidimos, nos vamos a tomar mil, a pajera abierta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Serrano, Garcilaso fue quien nos avisó que iba a nevar en las hermosas cumbres.
ResponderEliminarNo creas que estás solo, además de Farallón, otros te leen aunque no te contesten.
Un abrazo.
Puede ser Silene Nutans.
ResponderEliminarComo remate:
Del monte a la ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Me pongo a escribir y me sale Fray Luis de León. Increible.
Serrano, me inclino más por Silene Pendula, pero aún no es definitivo. Se ha interesado una catedrática de Biología, esperemos a ver.
ResponderEliminarVaya versos, sin adornos,
Y como codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre ayrosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
No siempre te sale el agustino, a veces te sale Faulkner.
Un abrazo.
Veo que me voy perdiendo cada vez que dejo el blog un día. La preprimavera os ha revolucionado. Por esta tierra un calor de muerte y ayer que hice viaje de ida y vuelta a Tarragona los almendros estaban ya todos florecidos. Era un paisaje precioso ya que detrás de ellos podías ver el mar, no tenía desperdicio. Con las flores no te puedo ayudar de momento pero pediré ayuda a ver si hay suerte. El poema también es muy bonitoy bueno como la primavera ayuda a ponernos tiernos al hablar de Juan Ramón Jiménez me has hecho recordar a un buen amigo que ya en la adolescencia me hablaba de Él. El color de las flores precioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Marta, ya te echaba de menos. Si no tienes tiempo, no trabajes, pero no dejes de pasar por aquí. Me imagino los almendros y el mar, qué gozada. Espero que no hayas perdido a ese amigo, un adolescente leyendo a JRJ es inencontrable. Un abrazo, Martica.
ResponderEliminarMe he caído de la cama y pasaba por aquí a tomar un cafelito. Leo los comentarios y me sonrío. A todos nos gusta el espectáculo de la naturaleza, está claro.
ResponderEliminarComenta Marta sobre los almendros florecidos con el mar como telón de fondo. ¡Qué hermosura! Yo estoy que boto de alegría. Llevo cinco años queriendo tener un almendro, pero dos que plantamos se nos fueron con prisa. El año pasado compramos uno muy chiquitín y para tenerlo bien vigilado lo planté en un macetón cerca de la puerta de entrada. Pues la criatura se me cuajó de yemas hace pcoo y ayer empezó a abrirse con una espectacularidad que a mí me hace mirarlo como la madre que mira a su hijo satisfecha. Sus flores son rosas. Consulté la rareza del color con una amiga bloguera que entiende de estas cosas y me respondió que los almendros de flor rosa son de mejor calidad incluso y siempre espectaculares. Así que me quedé tan contenta. Yo lo pretendía de flor blanca, por eso del clasicismo, pero estoy orgullosa de él y pienso sacarle alguna fotico.
Thornton, un abrazo. Gracias por el café y por el buen ambiente.
Isabel, lo dicho, echas más llemas tú que el almendrico. Lo de las flores rosa y blanca no lo he oído nunca, las dos son bellísimas. Igual hay aquí algún experto en almendros y en almendras, un día cité las "marcona" y hubo quien se reconoció experto... en comerlas. Un abrazo.
ResponderEliminarDesde la mesa de la ventana.Isabel, Los almendros son prunus y hay infinidad de clases.Pero también puede ser un ciruelo o un albaricoquero. Si la flor es rosa puede ser cuarquiera de los tres.
ResponderEliminarSean, lo que le faltaba a los quintiquios, las almendricas marconas.
Pues Thorton, tampoco le haría ascos a una larguetas. Al freírlas, cogen menos aceite que las marconas.
ResponderEliminarSí que estoy florecida y no es metafórico. Que te conste que esta primavera, renazco. Avisado quedas, amigo.
Serrano, lo compramos, y nos lo vendieron, como almendro. Así rezaba en la etiqueta que lo identificaba y como tal se muestra al mundo. Si ha habido una suplantación y resulta ciruelo o albaricoquero, me parto de la risa. Ya te contaré y gracias por prevenirme.
Besos a todos.
Serrano, ¿y una gamba roja de Denia?
ResponderEliminarAbrazos.
Isabel, mira que si al final tienes un albaricoquero.
ResponderEliminarSi me cruzo por la calle con una chica con ramitas, hojas y flores en el cuerpo, ya se que eres tú. Soy capaz de volver a ponerme la florecita en la oreja. Haríamos buena pareja.
Un beso.
Amigo Thornton, esta noche he visto la película “Despedidas“ el japonés Yojiro Takita y es de las que hay que ver y oír.
ResponderEliminarUn abrazo.
Farallón, no descansas, eres una máquina. Quedas nombrado desde este instante "Director de la Filmoteca Thornton". No tardaré en ver y oír esa joya.
ResponderEliminarUn abrazo.