En la empresa donde trabajan los enseñantes existe la posibilidad de adelantar la jubilación. No es que estén deseando que te marches, pero te animan a hacerlo. Coge el dinero y corre.
El curso anterior tuve que tomar esa decisión, tenía que elegir. Los que me conocen bien ya sabían que mi suerte estaba echada, nunca he tenido mucho talento para el trabajo y además ya iba siendo hora de que la enseñanza descansara de mí.
De todos estos años sólo me llevo buenos recuerdos, sobre todo de mis alumnos, mis queridos alumnos. Pero pasar tantas horas alejado de mis juguetes, eso ya no lo llevaba bien, se me empezaba a atragantar. Ya no acudía al instituto como acuden los enanitos de Blancanieves al campo, contento y cantando. Últimamente iba todos los días al centro de cansancio con el mismo ánimo que va al colegio un niño de siete años el día siete de enero, pensando en el caballo de cartón que ha dejado en casa.
Ahora, ya retirado, me encuentro en un estado de gracia envidiable. Tengo que andar disimulando mi felicidad, no me vaya a ocurrir lo que al soberbio Creso. A menudo mis antiguos compañeros me preguntan cómo llevo esto de la jubilación, les digo que bien, pero no entro en detalles. Cómo les explico a estas almas de cántaro que mientras ellos están instruyendo a unos jóvenes yo estoy tan feliz, escribiendo tonterías.
(Después de las últimas noticias sobre jubilaciones he dudado si retirar la entrada. No quisiera que nadie se ofendiera. Pero entenderéis que esto no es más que un divertimiento sin más pretensiones. Os deseo lo mejor, ya lo sabéis).
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Ay, como te envidio querido Thornton....
ResponderEliminarDesde ayer estoy que trino, a mi me quedan unos cuanticos,sólo unos cuanticos nada más. Hace ya algunos años que tengo ese mismo sentimiento de "cansancio laboral"...Me quedan muchas cosas por hacer y tengo tantas ideas...
Me gusta lo que hago pero estoy hartita de tantos años haciendo eso,ahora quiero hacer otras cosas...hasta ser doméstica que no lo he sido nunca (salvando mi segunda jornada,claro)
Quiero pasear, leer,no hacer nada o hacer muchas cosas....Enfín menuda nos espera a las que como a mi nos pillará o nó esta propuesta.
Todo esto contando que estemos "estupendas" para tener un júbilo dichoso...Espero estar sana, sanica, para disfrutar de cosas que hasta ahora sólo hago a medias.....
Besicos.
Cabopá, no desesperes que todo llega, eso te pasa por ser una chiquilla. Es cierto, es una maravilla hacer lo que te dé la gana con tu tiempo. Si lo quieres perder lo pierdes.Lo importante es que te pille entrenada, que no tengas que inventar nada raro para llenar horas. Tu rutina, pero con todo el tiempo del mundo. Se te pondrán los ojos azules de tanto mirar el mar. Otro besico.
ResponderEliminarEste es mi 5º año en la enseñanza pero siempre encuentro huecos para mis pequeños vicios. Es cuestión de organizarse.
ResponderEliminarUn saludo.
PD: aún así esta entrada me ha dado mucha envidia.
Recuerdos, tú irás cantando a tu trabajo, como corresponde a tu quinto año. Te deseo lo mejor y que los alumnos te quieran mucho. Un saludo.
ResponderEliminarP.D. ¿Quién tiene envidia de quién?
Yo pertenezco a las almas de cántaro. Tengo sesenta y tres años. Cada año me llega una carta dándome la oportunidad de pasar a tu estado...y yo estoy pensando que a los sesenta y cinco pediré voluntariamente continuar: le dedico cuatro horas al día a "mis queridos alumnos", otras cuatro a mis "aficiones", nunca sé si mis alumnos también son aficiones, porque durante mis aficiones invento cosas para ellos (nunca con ellos invento una nueva afición)...y todavía voy cantando...
ResponderEliminarMi alma de cántaro debe de ser "alma de tonel".
Qué envidia más sana me das, amigo mío. Ya quisiera yo.
ResponderEliminarY ahora, fíjate la mamarrachada del desgobierno que tenemos: cuanto más viejos, mejor, así la productividad crece al compás que las enfermedades del personal mientras los jóvenes que podrían cotizar siguen en el paro.
Puro surrealismo el de ZP and company.
María Jesús, ya lo decía el torero: "Hay gente pa to". Me alegro por ti y por tus alumnos. Los míos me decían que era el mejor profesor del mundo...no te conocian. Un saludo.
ResponderEliminarIsabel, he dudado si retirar esta entrada precisamente por las nuevas noticias sobre el futuro de las jubilaciones. No quiero parecer frívolo y que me burlo de nadie. Es un pequeño divertimento sin más pretensiones. Feliz domingo. Un beso.
ResponderEliminarYa tengo curiosidad por saber cuantos años tienes, porque no hablas ni como un jubilado ni como un abuelo.Pero igual ando trasnochado y los jubilados ya no se dedican a ver obras y a coleccionar gorras a cuadros. Disfrútala, a mi me quedan muchiisimos cortes de pelo y sapos ciegos más todavía, para jubilarme.
ResponderEliminarJavi, tengo sesenta y un años pero no te pongas en una pista de tenis enfrente mío, serías hombre muerto.
ResponderEliminarYa sabes que como dijo el poeta, cada edad persigue un pecado diferente. Así que de coleccionar gorras, nada de nada. A pecar.
No creo que ocurra. No me cabe en la cabeza, salvo que lo dejen como una elección personal. Me parece tremendamente injusto.
ResponderEliminarAntes los maestros se jubilaban y al poco se morían, se apagaban porque creían que ya no servían para nada. Hoy hemos aprendido a vivir la vida de otra forma.
Yo lo paso muy bien en la escuela, pero fuera también, quiero a mis alumnos, pero a veces preferiría verlos por la calle, o que me manden mensajes de correo electrónico contándome cómo les va la vida ;-)
A mí me quedan unos pocos años, no me afectará por los pelos, pero espero que el sentido común se imponga.
¿No da la sensación de que estamos retrocediendo en las conquistas laborales que tanto se pelearon?
Por cierto, soy Rosa, seguidora del blog de Cabopá. Me he metido por aquí y me ha gustado el sitio. Enhorabuena profe.
Yo hago 2 flexiones todos los meses pero no me sirve de nada, 25 años de sedentarísmo hacen de mí un rival fácil en cualquier deporte. Dicen que 60 de ahora son como 50 de antes.
ResponderEliminarMe alegra saber eso.
ResponderEliminarTiempo para escribir (no creo que tonterías, estoy segura de que escribes cosas interesantes).
Tiempo para mirar el horizonte, estirar las piernas, respirar hondo.
Dueño de tu tiempo.
El mejor de los lujos.
Un abrazo.
Como me he reído... no sabía que habíamos sido compañeros de aula... Yo nada, ojalá pudiera estar jubilado. Yo sé que tengo alma de jubilado, me gusta hacer las cosas que les gustan a los jubilados. Me gusta mi trabajo pero prefiero también escribir tonterías. Un gran abrazo y un aplauso por esa sinceridad.
ResponderEliminarQué buen rollito me da este verde manzana!
Pero el trabajo que te está dando mantener este club. Me alegro de tu nueva etápa tan bien llevada y con una ociosidad tan creativa. Si disfrutas tanto con tus juguetitos, estoy seguro de que disfrutaste mucho con tus enanitos y ellos contigo porque al fin sólo se trata de eso. Un abrazo de un medio paisano.
ResponderEliminarAmigo Thornton, se de un niño que ahora tiene diez años y cuando le preguntas ¿Qué quieres ser de mayor? contesta con una decisión endiablada: Jubilado, yo quiero ser jubilado. Lo tiene clarísimo. Estoy seguro que el muy cabroncete va a llegar lejos con es claridad de ideas.
ResponderEliminarAbrazo
Ay, que no me enfado, que lo único es que me muero de envidia sanota y de admiración por los que nacieron total unos años, muy pocos, antes que yo. A mí me quedan tres para los sesenta, ocho para los sesenta y cinco y diez para los sesenta y siete, eso si no pillo los setenta en el tajo, que ya veremos. Me alegra mucho que estés tan feliz, porque no es dejar un mundo, es abrir otro estupendo y diferente. Y lo que queda atrás ahí está, fructífero y enriquecedor. Yo llevaré treinta y siete años de servicio a los sesenta, así que calcula cuántos llevaré para los sesenta y siete. No creo que en la enseñanza esto esté bien; en general no está bien para nadie, pero hay profesiones que van peor con la edad. Físicamente puede que esté bien o no, pero mentalmente, estaré hecha un trapo para esas fechas. Como haya huelga, me pongo a protestar con toda mi alma. Yo soy de las que va a enseñar con gnnas y no cantando, sino hablando, con Marcelo, que vamos al mismmo instituto, y de paso con los alumnos y compañeros que me encuentro en el camino. Me gusta, me encanta. Pero van a ser muchos años, y tampoco me vendría mal descansar y dedicarme a otras cosas.
ResponderEliminarEn fin, me voy a llorar por ahí, a un rinconcillo.
Oye, y ahora que me acuerdo, tienes en el blog un retrato a sepia de mi madre. Además, uno que no conocía o que no recordaba. Pero, bueno, ¿eres mi hermano o algo? Estoy flipando. Gracias por esa imagen.
Rosa, veremos como acaba todo esto del retraso de la jubilación, abaratamiento del despido, número de horas trabajadas, años de cotización... Sí da la impresión de retroceso que tú apuntas. Gracias por la visita. Un saludo.
ResponderEliminarLena, siempre he sostenido que si hubiese tiendas que vendieran tiempo libre, trabajaríamos para ir a comprarlo. Un abrazo.
ResponderEliminarRamón, tú tendrías que estar "liberado". Te marcharías a Roma y desde allí nos escribías describiéndonos las villas romanas y las plazas. Serás un jubilado maravilloso, con ese equipaje que tienes viajarás a donde quieras, incluso sin salir de tu Barcelona. Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos, tienes razón, este club requiere tiempo, pero me encanta. También tienes razón con los enanitos, eres sabio y eso que aún no eres abuelo. Menudo jubilado vas a ser, no te aburrirás. Un abrazo.
ResponderEliminarPepe, vigila a ese superclase de niño, que no cambie de opinión. Un abrazo.
ResponderEliminarP.D. Tu texto "El pan de cada día" es lo más original que he leído jamás. Deberías desarrollarlo. Otro abrazo.
Pues sí, voy cantando y en bici,jejeje.
ResponderEliminarClares, mi chica tiene tu misma edad y acude cantando todos los días a enseñar Biología. Está que trina por si le pilla o no le pilla el dichoso decreto, así que si hay huelga seguro que estará llevando la pancarta.
ResponderEliminarLo de ir hablando con Marcelo es estupendo, mejor que ir cantando.
A veces pienso en colocar mi fotografía, así al menos no le hablariáis a una puerta y tú comprobarías que no somos hermanos ni primos.
Lo del retrato de tu madre es por que he pensado que te agradaría, ¡qué guapa! Un saludo.
Thornton, qué buen anfitrión eres, tienes cariño y buena conversación para todos.Lo sabía. Leo que eres un jubilado, me alegro por tí, se nota que sabes qué hacer con tu tiempo, cómo disfrutar el momento y eso te convierte, por definición, en el jubilado perfecto.Para tu lista de películas te recuerdo "Cometas en el aire" de Marc Forster, preciosa.
ResponderEliminarPues, hombre, si te hace ilusión, ponte cara, pero a mí particularmente no me importa hablarle a una puerta, porque sé que hay alguien detrás que me oye. Incluso creo que la puerta es ese mismo ser humano. Ya me imagino que no somos hermanos ni primos, pero cercanos al menos sí que debemos ser, por intuición lo digo. Tienes en tu casa o en casa de tu familia cuadros de mi padre, pero supongo que ese retrato lo habrás fotografiado de una exposición reciente, puesto que los retratos familiares no han salido de casa de mis padres, de la de mis hermanos o de la mía sino a exposiciones temporales. Me extraña que no recuerdo ese retrato, y es que la última exposicion del Gaya la vi al trote con mi madre porque justo en aquel momento se murió una prima mía y tuvimos que salir corriendo. Además estuve mala, y yo qué sé, se complicó todo. De todos modos no recuerdo que estuviera allí. No sé.
ResponderEliminarLa película que te he recordado antes tiene el título mal, como podrás comprobar se trata de "Cometas en el cielo".
ResponderEliminarLos dedos cruzados tengo por la incógnita de la jubilación, espero que me pille porque por lo que veo ,mucha "enseñanza" hay en este blog, que yo no sabía.Mi trabajo creo que es más relajado que el vuestro, no es instituto, no hay rebeldía y tampoco limpiar moquillos, pero , nos lo pasamos muy bien, es OTRA COSA,estoy muy acompañada de jubilados-as que ya están ejerciendo de amos-as de casa y disfrutando de aquella escuela a la que no pudieron ir.
ResponderEliminarA pesar de esto, también espero la jubilación para hacer todo lo que me apetece: leer, amigos@ y viajar pero disfrutando del tiempo y no haciéndolo cuando toca, verano,semana santa y demás.
Veremos si nos vamos jubilando y nos reunimos para disfrutarlo, dejemos que el tiempo ayude a tomar buenas decisiones.
Amigo Thornton. Hace poco contaba los años que faltaban para mi jubilación. 41 años... sí, lo reconozco es algo excesivo (tengo 24 años) a sí que me canse de esperar y lo deje. Ahora he vuelto a la universidad, hago lo que me gusta.
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, esa sensación de despertar y pensar que el día es tuyo, para ti, para hacer lo que quieras.
Un fuerte abrazo amigo.
Pd. Estoy con "la ladrona de los caramelos" Cometas en el aire es una grandísima película.
Saludos.
Fumador.
Se me ha olvidado poneros y recomendaros una película que termino de ver esta tarde El erizo. solo digo "extraordinaria" no voy a tardar en comprar el libro en la que está basada, necesito comparar, después del comentario que he leído del director.
ResponderEliminarEn Junio termina el curso y también mi vida como funcionario. como aún no disfruto de ese júbilo, la idea de bajar la persiana metálica que tiene algo inquieto. Me recuerda cuando mi hija me anunció que iba a ser abuelo; una inmensa alegría y una pequeña desazón. Abuelo Ya, jubilado Ya.
ResponderEliminarLo de alargar la edad de jubilación por imposibilidad económica es una falacia. Solo tiene sentido desde la perspectiva económica neoliberal, en la que el dinero es el único valor. Hay gente que lo comprende. Terminarán privatizando la jubilación y si cuela, terminarán privatizando la vida. Mire, lo sentimos mucho, pero usted no es rentable. No se lo tome a mal, además solo será un pequeño pinchazo. Pues todavía habrá algún gilipollas que lo entenderá.
Iré a la manifestación.
Ladrona, gracias por los caramelos, eres muy amable. "Cometas en el cielo" la vi hace un par de años, me fascinó. Lástima de país, entre unos y otros lo han aniquilado. Un abrazo.
ResponderEliminarClares, los cuadros de tu padre cuelgan de las paredes de mi casa desde hace treinta y cinco años. Los compré (y me arruiné) en la galería Cero y ya son parte de mi geografía. La fotografía del retrato de tu madre (guapa, guapa y guapa) no recuerdo de dónde la saqué, tengo un par más, una de alguno de tus hermanos, pero no sé dónde están. Si quieres las buscaré y las pondré en mi blog. Un saludo.
ResponderEliminarP.D. Me parece bien, seguiréis hablándole a una puerta.
Recuerdos, en bici y cantando...aún es larga tu esperanza y corta tu memoria. Un abrazo.
ResponderEliminarMarta, ya veo que gozas de buena compañía en tu trabajo, así mejor, más llevadero.
ResponderEliminarViajar a contracorriente es otro lujo del jubilado, en los puentes a casa y ya escampará.
Un abrazo.
Fumador, parece ser que eres el benjamín del club, qué suerte. Quítate de la cabeza cualquier pensamiento sobre la jubilación, eso es cosa de viejos y tu eres carne creciente. Un fraternal saludo.
ResponderEliminarMarta, apunto tu recomendación. No la he visto, y la novela la tengo encima de mi mesa ya unos meses y no me decido. A ver si ahora con tu empujoncito... Un abrazo.
ResponderEliminarmobesse,ya he visto en tu higuera el contador. He de confesarte que eso fue lo que me animó a escribir esta entrada. Te la había dedicado precisamente a ti, pero me pareció precipitado, no quise agredir tu discreción.
ResponderEliminarCuando te jubiles ya me contarás, la desazón (¿qué desazón?) te desaparecerá el primer día, ya verás.
Suscribo todo lo que dices sobre la edad de jubilación, y aplaudo tu ironía. Un saludo.
P.D. Cuando tengas mi condición te invitaré a un cava bien frío y a escuchar el quinteto de clarinete de Mozart, que sé que te gusta, en una versión de referencia. Espero que aceptes.
Mi padre era uno de esos padres que trabajaban todo el día. Cuando se jubiló todos pensabamos que lo iba a notar en el peor sentido.
ResponderEliminarPasados ya varios meses desde su jubilación, en el Bar la Tapa, le pregunté sobre su situación personal con relación a su inactividad laboral. Siempre recordaré su contestación: "ES EL MEJOR TRABAJO QUE HE TENIDO NUNCA".
Serrano, esa breve respuesta de tu padre describe la jubilación bastante mejor que mi larga entrada. ¡Y en el bar La Tapa! Un abrazo.
ResponderEliminarBuena está la charla para el aperitivo en el club.
ResponderEliminarLeídos los comentarios -siempre tan interesantes en este club- mientras tomo una cerveza fría con almendras que me consuele de la "fisio", reitero la barbaridad de la jubilación postergada por decreto.
Coincido con Mobesse, a quien mando un cordial saludo y un aplauso por su intervención.
Y me solidarizo con tu chica, amigo Thornton, que tiembla igual que yo. Seguro que me entiende, lo mismo que tú.
Y ahora me toca diferir. ¡Qué bien! ¡Qué gusto me da por una vez! Disiento de la opinión de Clares, que se sepa. Prefiero hablar a un rostro antes que a una puerta. Tú, querido Thornton, puedes hacer lo que te dé la gana, que bien que te lo celebraré, que tu imagen es tuya. Sé que detrás de la puerta estás tú. Siento muy cerca tu inmensa humanidad, más de lo que supones. Pero si me das a elegir, prefiero un rostro.
Ahí queda eso (y que no se disguste la madrina).
Isabel, lo que peor lleva mi chica es mi guasa mañanera. Ya no me ríe la gracia.
ResponderEliminarLa puerta del club es preciosa y mi rostro ya te dije que estaba "hecho un rastro". Lo someteremos a debate. Recupérate bien y no tengas prisa en volver al tajo. Un beso.
Veo que también compartimos estado, aunque mi acceso a tal fue bastante traumático.
ResponderEliminarA ver si aprendo de ti, sabio amigo.
Un abrazo
Ovetdao, espero que se te hayan curado ya las heridas y estés disfrutando de tu retiro.
ResponderEliminarMás que sabio, sabiondo. Un abrazo.
Thornton, el otoño pasado fuí a la Selva de Irati de montañismo con tres amigos ¡JUBILADOS! y te puedo asegurar que eran los más felices del mundo. Yo de momento, como decía Joe Rigoli, sigo.
ResponderEliminarBueno, bueno, otro que sigue la táctica thorton, famosa en el mundo entero de los blogs, que consiste en 1, hacerse seguidor de los blogs que te gustan, 2, comentar o no, pero aparecer de vez en cuando, 3, hacerse querer y no dar señales de vida-blog hasta tenerlo todo atado y bien atado. Pues nada, Farallón, -Farallón egipcio, supongo, no puedo evitar la broma, perdón-, quedamos a la espera de tus apreciadas palabras.
ResponderEliminarIsabel, no me enfado ni te arrojo un guante ni nada, que disentir está bien y es sano. Cada cual puede hablarle a una puerta, besar llaves, o lo que quiera sin menoscabo de los derechos de los demás. Pero es que además, esa puerta está viva.
Farallón, estuve hace unos meses en Irati, el otoño allí es un espectáculo, los amarillos, los ocres, los hayedos, los avellanos, los árces...y los tres jubilados, seguro que disfrutaste. Un abrazo.
ResponderEliminarP.D. Me acuerdo de Joe Rígoli en "Un, dos, tres" cómo torcía la boca el condenado.
Clares, dices la táctica Thornton, dices hacerse querer, dices tener todo atado y bien atado. Ese será otro Thornton, no lo conozco, no me reconozco.
ResponderEliminarLeo y releo. Al final, suspiro. Hace unos días sabía que me quedaban catorce años para jubilarme. Ahora, como se ve que esto depende de las ventoleras políticas, no sé si son catorce, dieciséis o trabajos forzados de por vida.
ResponderEliminarSaludos, estimado Thornton. Qué gran suerte la tuya. Aprovéchala.
Me gustaría dedicarme a algo cuya vocación no se extinguiera nunca; algo de lo que nunca tuviera que jubilarme. Y si esa vocación muriera algún día, pues sabemos que las vocaciones no son necesariamente eternas, que fuera por haber nacido otra en mí que requiriera consagrarme a ella con el mismo apetito que a la anterior.
ResponderEliminarLa palabra "jubilación" está denigrada, y más en estos tiempos que corren. Has hecho bien en quitarla del título de la enrtada. Pero, en tu caso, tampoco me acabo de creer lo de "descanso", conociendo todas las aficiones que tienes y lo vocacionalmente que te dedicas a ellas.
En cualquier caso, gracias por querer compartir con nosotros esa felicidad tuya, y hacerlo (al menos por esta vez) tan prudentemente.
Irene, este club es un parvulario, sois rematadamente jóvenes. ¿Qué hace una niña como tú pensando en la jubilación? Un saludo.
ResponderEliminarJose, cuando digo que nunca he tenido talento para el trabajo no lo hago por hacerme el ocurrente, lo digo de corazón. Distingo entre trabajo y actividad. Siempre he madrugado, y aún así no encuentro las horas para desarrollar mis aficiones. Ahora, ya retirado, por fin respiro. Descansar para mí es subir a una cumbre de tres mil metros. Descansar es cuidar mi jardín: plantar, abonar, regar, fumigar y podar. Descansar es jugar dieciocho hoyos o dos horas de tenis. Descansar es coger a mi chica y perdernos en el mar...
ResponderEliminarSe ve que con mi nieta pequé de imprudente. Lo siento pero no me podía reprimir, es tan bonita. Un abrazo.
Clares, quien me conoce sabe que no soy hombre de tener nada atado, ya quisiera yo, que soy un desastre.
ResponderEliminarDices que me hago de querer sin dar señales de vida-blog. Lo de hacerme de querer es un vicio que tengo, me gusta que me quieran y si es en exceso, mejor. No tengo blog sinceramente porque me falta tiempo, sigo alguno porque me es entretenido, como el de Thornton (Homérico) ya que rezuma inteligencia e ingenio; el de Aroma de Vainilla porque me gusta su Licor de Menta que esta publicando y las formas de Irene (me refiero a las de expresarse); Asperezas no deja de maravillarme con lo que escribe y sus fotos y a José Lorente porque, aunque le he leído poco, me gusta.
Lo de Farallón me viene porque paso los fines de semana de todo el año frente a las islas de La Manga, Isla Grosa, Farallón y las Hormigas.
Y de tácticas las desconozco todas.
Jope, Thorton, no digas que no, que estuviste un porrón de tiempo comentando sin blog y mandándonos a un esbozo de blog sin usar, y así, creando intriga, hasta que abriste el club, cuando ya tenías todo arregladico y dispuesto.
ResponderEliminarYa he leído la explicación de Farallón y me convence por completo. Tampoco yo pedía explicaciones, sólo bromeaba con el tiempo que nos tuvo Thorton buscando lo que había escrito por todas las callejuelas de la red. No me toméis a mal las bromas, amigos, que yo soy así.
Pues nada, ya veo que te has enfadado conmigo, Farallón, y supongo que tendrás tus razones, que deben de ser las que expones anteriormente. Lo siento. Acostumbro a usar una absoluta libertad para hablar, para escribir y para comunicarme. Soy irónica y bromista, pero no pretendía ofender a nadie. Ni a Thorton, que me tuvo intrigada un buen rato, ni a ti, por supuesto. Lo dicho.
ResponderEliminarPor lo de los quintos de estrella.¿Es verdad, Sean, que el vino es bebida de senectud?.
ResponderEliminarDices que tu "chica" está todavía trabajando.
!Bribón!, qué suerte tienes.
(Habrá quien piense que es un comentario machista.......)
Serrano, el pasado sábado un joven amigo y yo, también joven, nos bebimos dos botellas de albariño mirando el mar de Cabo Palos. No, no veo relación entre el vino y la vejez.
ResponderEliminar¡Un poco más de vino, amada mía!
Tus mejillas no tienen aún
el brillo de las rosas.
P.D. Mi chica es muy cabezona, cada día más.
!Cuánta razón tenía ese hombre de la relatividad!
ResponderEliminarBendita relatividad y bendito vino, la bebida que más me gusta, a ser posible tinto y bueno.
ResponderEliminarPero yo venía aquí antes de apagar el trasto para ver una buena peli por una cosa. Me fijo en los dibujitos, ilustraciones, fotografías y demás decoración de este club tan cambiante, que debe llevar a su Presidente loco y con el presupuesto para pintores absolutamente disparatado.
Pues eso, quería preguntarte, amigo Thornton, si los tres dibujos iniciales son tuyos. Son bonitos y muy delatadores. De los dos primeros deduzco que diste matemáticas y geometría. Del último, que te gusta leer acompañado de un buen café. Ya contarás si lo deseas.
Guárdame un café para mañana, que por la noche no duermo si lo tomo.
Buenos sueños a todos.
Isabel, unos vinitos, unas quisquillas cocidas, unas ostras y un plato con jamón de bellota, pago yo, si me lo permites.
ResponderEliminarEl único "mérito" que tengo con los dibujos es elegirlos. Tienes razón con tus deducciónes, he dado matemáticas, tecnología, física, dibujo...Con el café y el libro he pretendido reflejar el desayuno sin prisas, leyendo tranquilamente, sorbo a sorbo, frente a ese café apresurado que he tomado siempre. Ahora que estás averiada también disfrutarás de esos placeres. Un abrazo.
A todos,buenos días, que ya es miercoles.
ResponderEliminarBuenos días, Farallón. Buenos días a todos. Aprovecho que ha salido mi jefa a tomar un café. Últimamente me mira con cierto recelo.Quizá ha descubierto que visito este "blog" con cierta asiduidad.
ResponderEliminarComo soy cibernáutico desde hace poco, no sé si esto es un blog o un foro. Vosotros me diréis. Yo creo que no es ni lo uno ni lo otro. Creo que sencillamente es un club en el sentido sajón del término.
En cuanto a la decoración, estimada Isabel, yo me la imagino de la misma manera que me imagino la del Club Pickwick.(Confieso que es mi libro de cabecera).
Viene mi jefa. Os dejo pero amenazo con contaros una anécdota que me ocurrió en ocasión de una comida en la que compartí mesa con un joven. Surgió el tema JUBILACIÓN.
Pues ahora vamos al vinito, querido Thornton y estimados contertulios. Pásame esas quisquillas y el jamón de bellota. No, las ostras no me van, no puedo con ellas. Ni con casi ningún marisco (excepto quisquillas, gambitas arroceras y minucias por el estilo). Total que soy de unos gustos zafios y vulgares. Nada fina, refina ni rufina.
ResponderEliminarEso sí, con el vino no perdono, que aquesta es buena catadora y no se anda con chiquitas. Así que espero que tengas algún reservilla o gran reserva, a ser posible un Viña Ardanza del 94. o un Dalmau, o una reserva del 98 de "Viña Tondonia". Por los nombres que me salen, arece que se me ha antojado un Rioja. Pero tampoco le haría ascos a un Ribera del Duero de tronío. Vamos que un VT (Valtravieso) estaría de narices.
¡Dios! ¿A que suprimo este comentario? ¿A que me doy de tortas? Parezco una chula engreída... Y no es esos, no es eso.
Te felicito por los dibujos. Con esa maña, puedes decorar con mucho gusto este insustituible club.
También me he fijado en las nuevas fotos. Bonitas.
Serrano, no frecuentas tú un mal club en compañía de tu cabecera.
La pena es que te lleva de cabeza tu jefa, por lo que leo.
¡Cómo te entiendo! El trabajo es así. Yo ahora no voy desde hace justo 15 días. Estoy "rehabilitándome" tras un resbalón en el "centro del cansancio", como muy bien lo define nuestro Presidente.
Besos y hasta que vuelva, si no me echan por locuaz e incontinente, que su razón llevará quien manda aquí.
Ay, no sé a qué edad llegaré yo a la jubilación, pero espero que me pase como a ti. Que no sea un parón si no el inicio de una nueva etapa en la que puedes hacer todo aquello que te gusta y no pudiste hacer por falta de tiempo, no sé, o de ganas en su momento.
ResponderEliminarFarallón, qué buen despertar tienes y en miércoles. Los domingos dará gusto verte. Un saludo.
ResponderEliminarSerrano, el club Pickwick, qué buena comparación, allí también corría el buen humor y el vino. Creo que era Pessoa quien decía que era una tragedia haber leído ya "Los papeles póstumos...". Eso sí, esperemos que el Club Thornton no acabe de la misma manera, que no se disuelva.
ResponderEliminar¿Qué te pasa con tu jefa? Vaya una rara, qué quiere, ¿que trabajes toda la mañana? tú contéstale como Bartleby. Un saludo.
P.D. Espero impaciente esa anécdota.
Isabel, también conocedora de vinos, eres una joya. Quedas nombrada desde este instante la sumiller del club.
ResponderEliminarEsta mañana me he regalado el libro de Vila-Matas que recomiendas: "Bartleby y compañía", este fin de semana lo leeré. Gracias por el chivatazo. Un abrazo.
P.D. ¿Quién te va a echar de tu club?
P.D. II. Isabel, Las fotografías son de Calblanque y de La Sagra. En la de la nieve, el punto pequeño, el primero de los tres, ese soy yo coronando La Sagra por encima de las nubes. Por fín he puesto mi cara. Un abrazo.
ResponderEliminarPMM, ¿Qué haces tú también hablando de jubilación? Eres una joven con mucha Biodiversidad por delante. Un saludo.
ResponderEliminarIsabel, una persona que no sea locuaz, no mejora en nada una tertulia. Yo a los silenciosos los veo raros. A mí también me dicen que por favor me calle y que deje hablar a los demás. En alguna ocasión han llegado a ponerme las manos en la boca.
ResponderEliminarAnte una persona que disfruta el vino me desaparecen todos mis resquemores. Debíamos pedirle permiso al PRESIDENTE-FUNDADOR para que hicieras una entrada sobre tal extraordinario tema. (Alguien podría hacerlo también sobre el arte coquinario).
A la anécdota:
Resulta que hace un tiempo me invitaron a comer unos amigos de gran generosidad en una casa-taberna que tienen destinada exclusivamente para estos menesteres. Podríamos describir este local como nuestro club pero más a lo huertano. Ya sabéis, a estas reuniones se invitan a amigos de los amigos de los amigos de los vecinos, no siendo raro que muchos no se conozcan. Los aperitivos y los vinos y las cervezas (la única pega es que no tenían quintos de estrella) eran magníficos. Llegó la hora de comer y nos colocamos en los distintos sitios de la mesa: al que estaba frente a mí no lo conocía, era más joven que yo. (A quien pueda interesar: el plato principal era un arroz y pulpo que como dicen en mi pueblo "ni el Rey"). La charla animada. Según me dijo mi mujer no dejé hablar a nadie. Tras el plato principal llegaron los postres y el licor y mi compañero de mesa encendió un caliqueño enorme y empezó a hablar "en serio": que si el país esto, que si la política internacional aquello, que si el problema del terrorismo internacional... que si la seguridad social no podría soportar las jubilaciones.... etc. etc. Cuando comenzó a hablar de las jubilaciones(me queda poco para pasar a tan jubiloso estado) no me agradó la conversación y me separé del círculo. En este estado de la reunión el gran grupo se había disgregado: unos al dominó, otros al julepe, las mujeres todas juntas en esos grupos que tras mirarnos se ríen frenéticamente.
Abrumado por las aseveraciones de mi recién conocido, le pregunté a un amigo sobre él. Me contestó:
- Sí, hombre, es Luis, el marido de mi prima Rosario, que era el director del banco...... del pueblo.
Le pregunté
- ¿Sigue allí? No recuerdo verlo.
Me contestó:
- No, es que lo prejubilaron hace unos años y está viviendo en San Pedro del Pinatar, por lo buscar la tranquilidad. etc, etc.
Pensé para mis adentros: si fuera Galdós.
FIN.
Serrano, los que hemos leído a Sterne sabemos que "las digresiones son, sin duda alguna, como el resplandor del sol; son la vida, el alma de la conversación". A esos contertulios, y a tu esposa, que se quejan de tu locuacidad diles que lean "Tristan Shandy", o en su caso que lo relean.
ResponderEliminarEse director de banco es un genares, hiciste bien en levantarte.
Dices que estás próximo a la jubilación, empieza a martirizar a tu jefa la rara, hazle la vida imposible, que aprenda. Un saludo.
Los jubilad@ no paráis, pero tengo que deciros que algunas de las que no estamos jubiladas disfrutamos mucho del tiempo, esta tarde antes de meterme en el teatro, he estado paseando y tomando un cafetito por el casco antiguo de mi ciudad y no sabéis cómo lo he disfrutado ( no así el teatro de hoy)por cierto, os podía haber invitado.Bien ya sabéis que otro día estáis invitad@s. Por cierto os hago una invitación para que , a los que os gusta el buen vino,me acompañeis a la próxima visita que tenemos unos amigos para ir de bodegas.Ya os contaré y levantaré la copa por los componentes del THORNTON.
ResponderEliminarMarta,¿Qué ciudad? ¿Qué obra?...
ResponderEliminarTe pillará la jubilación muy entrenada, te felicito. Un abrazo.
P.D. No se te olvide brindar por el Thornton Club.
Thornton, tienes que decirle a Marta que en Murcia no tenemos teatro en activo.¿Desde cuándo está de reformas el Romea?
ResponderEliminarDicho queda.
ResponderEliminarThornton, "sumiller" de este club, qué gran honor para mí. Espero cumplir devotamente tan gustoso cargo.
ResponderEliminarPara empezar, traigo conmigo media docena de botellas de un "Pesquera" crianza, que aunque los crianzas no los aprecie especialmente, tal y como está el día de gris y lluvioso, apetece algo un poco recio para fortalecer la cuerdas vocales.
He cortado un buen manchego curado para que nos caiga a todos mejor.
Gozarás con ese libro de Vila-Matas. Conociéndote ya un poco...
Anda que... ¿Tu pensaste que tengo vista de lince? Cansada o con presbicia, lo único que veo es nieve y unos puntitos mínimos. Encantada de conocerle, señor punto. Cuando lo vea por la calle, lo saludaré con gran contento.
Serrano, cómo me reconfortan tus comentarios. Gracias, amigo. Ya somos dos aquí con incontinencia verbal.
Eso sí, las entradas son del Presi. Quien manda es él. Nosotros a corearlo. Por un único motivo: se lo merece, que nos aguanta a todos viniendo cuarenta veces. Pero abrió un club... A lo hecho...
Me despido por hoy, amigo Thornton, y me voy muy contenta. Me esponja que hayas leído a Laurence Sterne, su magnífico "Tristram Shandy". Ahora, con Bartleby tienes las dos caras de la moneda: los incontinentes y los mudos.
Grandísimos y agradecidos abrazos.
Isabel, Tinto Pesquera y manchego, muy buena combinación, me gusta que "me la den con queso". Espero que no se te suba a la cabeza el flamante cargo, pero sí el vino: "Mezcla con tu prudencia un poco de locura...". Un abrazo, sumiller.
ResponderEliminarMe agrada venir a este club y leer los comentarios. No tienen desperdicio.
ResponderEliminarEstimados Thornton e Isabel, es un placer compartir el apego hacia Laurence Sterne, lo cual no implica que no aprecie la contención, cuando no el silencio, de los grandes escritores que analiza Enrique Vila-Matas en ese diario-ensayo.
Hoy por hoy, con la labor que llevo a cuestas aparte de mi trabajo, he de adscribirme a los Shandys. No me queda más remedio.
Celebro con ese vino de marca este ambiente distendido.
Envidia me da Vd. Sr. Thornton.
ResponderEliminar¡Y eso que aún voy feliz al cole, después de tropecientos años!
(me ha encantado leerte, vengo del blog de Isabel M.)
Irene, escribes muy bien. No sé, no sé.
ResponderEliminarVirgi, le he dado un repaso rápido a tu blog, me ha parecido un lugar con talento y con muchos amigos, ya lo veré con más detenimiento. Veo que también hay talento en las fotografías.
ResponderEliminarMe alegro que acudas a tu trabajo feliz y contenta, tus alumnos te lo agradecerán. La enseñanza es para gente con vocación. Mi primer día de clase cada año, les preguntaba a mis alumnos ¿qué era yo para ellos? Despues de contestarme que si era su amigo, su padre, su consejero, yo les decía lo que realmente era... Su ayudante. Y eso he sido tantísimos años: ayudante de mis alumnos. Bueno me he extendido mucho y como siempre acabo hablando de mí. Sé bienvenida y dale recuerdos a Isabel. Un saludo.
El brindis ya está preparado para el sábado,seguro que lo haré.No hace falta que me pases el aviso del Serrano, ya lo he leído y como no conozco mucho Murcia no sabía que ibáis tan escasos de teatro.Por aquí hay temporadas que está muy completo y podemos ver obras de muy variado tinte. Ya te comenté que la que vi el miércoles ha sido muy flojita pero el público está movido porque los actores son también de una serie de TV y el humor, muy a mi pesar,de la C.V.Esto es una percepción mía,muy particularrr.
ResponderEliminarMarta, supongo que en el brindis dirás unas breves palabras, podrías anotarlas y luego las reproduces aquí. Sigues sin decir el nombre de tu ciudad, es pura curiosidad. Un saludo.
ResponderEliminarYa me has puesto en un compromiso con las palabrejas del brindis pero bueno, lo intentaré. Perdona, me he despistado ,mi casa y la tuya está en Valencia, espero que la conozcas mejor que yo la vuestra aunque prometo hacerle una visita ya que conozco más algunas zonas que la capital.
ResponderEliminarMarta, recuerda el lema de este club: "Haz lo que tú quieras", así que de compromisos nada de nada.
ResponderEliminarValencia, qué preciosa está. Hace unos meses estuve viendo la exposición de Sorolla y comiendo en la playa. Pedazo de ciudad. Un saludo.
¿Dónde estáis?
ResponderEliminarSerrano, ¿qué dices?
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